La Audiencia Nacional afirma que los asesinos de Caplanne no son de los GAL
La Sección Tercera de la Audiencia Nacional condenó ayer a 34 años de prisión a Javier Rovira Llor y a 26 años a José Luis Fariñas García y a Jorge Porta Laborda, como autor y cómplices, respectivamente, del asesinato de] francés Robert Caplanne, ocurrido en Biarritz el 24 de diciembre de 1985. El tribunal precisa en la sentencia que "no puede admitirse la pertenencia del grupo formado por los procesados al Grupo Antiterrorista de Liberación", aunque los miembros del grupo han reiterado pertenecer a los GAL.
El tribunal tampoco considera que el grupo constituya una banda terrorista y sanciona el comportamiento de los acusados como delito de asociación ilícita, cuyas penas son muy inferiores a las de militancia en banda armada o terrorista.La sentencia condena a Carlos Pedemonte a cuatro meses y un día de arresto por asociación ilícita y absuelve al quinto procesado, Carlos Laborda, de la acusación de colaborar con grupo armado. Pedemonte ha sido puesto ya en libertad. Rovira, Fariñas y Porta han sido condenados también a indemnizar con 12 millones de pesetas a Veronique Caplanne, hija de la víctima.
La sentencia no hace ninguna referencia a posibles implicaciones de la policía española con los acusados, como había señalado la acusación particular, salvo que el jefe del grupo, Ismael Miquel Gutiérrez, condenado en Tailandia por tráfico de drogas, es confidente de la policía.
La Audiencia estima que no existen datos objetivos, aparte de que los acusados lo reconozcan expresamente, para determinar que pertenezcan al GAL. Tampoco, según el Tribunal, el grupo constituye banda terrorista porque sus miembros deben mantener una conexión estable, disponer de armas de guerra y explosivos y su finalidad debe ser "destruir el orden constitucional, mediante el atentado a la seguridad interior, a la independencia e integridad del territorio nacional, en suma, la destrucción o eversión del orden constitucional".
Según la sentencia, es imposible encuadrar las acciones de este grupo en el delito de integración de banda armada o terrorista, ni siquiera en el de colaboración con ella, por ausencia del "elemento teleológico" (la finalidad de atentar contra el Estado) y condena a los procesados por asociación ilícita.
El relato de hechos señala que Ismael Miquel propuso a Fariñas y a través de éste a Porta, Pedemonte y Rovira, la formación de un grupo de información sobre miembros de ETA. Miquel les entregó las fotografías de personas consideradas etarras y les facilitó armas y dinero, cuya procedencia se desconoce. Posteriormente Rovira atentó contra Robert Caplanne, al que confundió con un refugiado vasco apellidado Errasti. Caplanne recibió tres disparos y falleció diez días después. Antes de morir identificó a Rovira como su asesino.
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