El nombramiento de Zaikov como nuevo jefe del partido en Moscú, una salida pragmática al 'caso Eltsin'
El nombramiento de Lev Zaikov, de 64 años, miembro del Politburó y secretario del comité central, como jefe de la organización del Partio Comunista de la URSS (PCUS) en Moscú es una concesión a los sectores más conservadores y un intento de abordar los problemas de la capital desde un punto de vista técnico y pragmático, sin mensajes ideológicos radicales. Esta era ayer la impresión de medios políticos tras el cese de Boris Eltsin, enfervorizado partidario de la perestroika como una constante movilización, una campaña de continuo rendimiento de cuentas y una lucha sin cuartel contra la corrupción.
Eltsin, de 56 años, emanaba una tensión sin descanso, pues creía que el destino del socialismo" en juego. En sus reuniones con los dirigentes de la organización municipal del partido criticaba, advertía, impartía amonestaciones y condenaba. Temía la complacencia en los logros, prefería concentrarse en los fallos y le preocupaba que se empezara a ver todo "de color de rosa".Eltsin se expresaba abiertamente y con frecuencia. su sucesor, Lev Zaikov, parece un hombre de menos palabras, a juzgar por las pocas intervenciones suyas que aparecen en la prensa soviética. Ruso de nacionalidad, Zaikov nació en Tula, la ciudad industrial donde en el pasado se produjeron los samovares más famosos de Rusia; pero se ha formado prácticamente en Leningrado, donde comenzó a trabajar como ajustador en una fábrica a los 17 años, según la biografía oficial dada a conocer por la agencia Tass.
Sucesor de Romanov
Zaikov había trabajo también en Saratov y Moscú, según datos ofrecidos por el diario Moskovskaia Prava. Tras pasar por una institución de formación técnica de grado medio, Zaikov acabó la carrera de ingeniero en 1963. Miembro del partido desde 1957, sucedió a Grigori Romanov (considerado en un tiempo como el rival político de Gorbachov) al frente de la organización del partido de Leningrado. Zaikov, que es miembro del Comité Central desde 1981 central desde 1981, ha realizado una brillante carrera en los últimos dos años y medio. En julio de 1985 fue elegido secretario del Comité Central y en 1986 pasó a ser también miembro de pleno derecho del Politburó.Como, secretario del Comité Central, un puesto que previsiblemente deberá dejar ahora, se ocupó primero de la industria de defensa, un sector donde podía utilizar su experiencia en la industria militar de Leningrado. Sin embargo, Zaikov habría pasado a desempeñar después funciones -más amplias y a ocuparse de la reforma económica en general y la renovación tecnológica.
En el 272 Congreso del PCUS, en febrero de 1986, Zaikov tuvo una lacónica intervención, concentrada en contabilizar los documentos que se iban a aprobar y las enmiendas en ellos introducidas. Eltsin, a diferencia de él, había planteado en aquella ocasión cuestiones morales y cambios estructurales en la dirección del partido.
Los detalles del conflicto o conflictos que han culminado con la caída de Eltsin son hasta ahora desconocidos por el público soviético, al que la Prensa prometía ayer publicar un informe del pleno del comité municipal del partido que condenó al ex dirigente municipal por "grandes fallos cometidos en la dirección de la organización municipal moscovita del partido".
Mijail Gorbachov respaldó con su presencia en el pleno municipal la condena de Eltsin y marcó así una distancia pública clara con el hombre al que se consideraba como un fiel aliado del dirigente. El pleno aprobó totalmente una disposición del Comité Central que condena los "errores políticos" supuestamente cometidos por Boris Eltsin en su intervención ante el Comité Central del pasado día 21 de octubre.
El adjetivo unánime era utilizado por la agencia oficial Tass para referirse a la elección de Lev Zaikov, pero no había ninguna indicación de cuál había sido el balance en contra de Boris Eltsin en el mencionado pleno municipal.
24 cargos tomaron la palabra
Entre los 24 cargos que tomaron la palabra había secretarios de distrito que habían sido duramente criticados por Eltsin en agosto pasado y también otros elogiados por él. Es de suponer que unos y otros expresarían sus opiniones sobre el defenestrado dirigente en un foro donde los participantes iban desde el jefe de la Academia del Ministerio del Interior a un representante. del Ministerio de Exteriores y el rector de la universidad estatal de Moscú.Entre los planes que Eltsin deja pendientes está una reducción del 50% del aparato directivo moscovita, una total reestructuración de su organización y unas sesiones (le rendimiento de cuentas que afectaban a toda la organización. A Eltsin se le había reprochado abiertamente su incapacidad para trabajar con los funcionarios disponibles.
Durante su mandato se prohibió el asentamiento en Moscú de mano de obra de provincias y se redujeron los lotes de comida que los funcionarios suelen recibir en ocasiones festivas. Eltsin pretendía también el cierre de las instituciones científicas que no probaran su utilidad. La redistribución de recursos de mano de obra debía producir 27.000 bajas en la industria y otras 30.000 en la ciencia y la Administración en el actual quinquenio.
Medios soviéticos y occidentales en Moscú estiman que el procedimiento seguido para destituir a Eltsin y la falta de claridad y de información sobre este tema han provocado una gran crisis de credibilidad en la actual dirección soviética.
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