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El ultraconservador Rouco, y el moderado Sebastián optan a la secretaría de la Conferencia Episcopal

Francesc Valls

La Conferencia Episcopal Española elegirá la próxima semana al obispo que ocupará el cargo de secretario del episcopado en los próximos años. Aunque se barajan diversos nombres para el puesto, los que más resonancia han encontrado entre la jerarquía son el del actual titular del cargo, Fernando Sebastián, y el del arzobispo de Santiago, Antonio Rouco. En medios eclesiásticos ha sorprendido que el titular de la archidiócesis gallega aspire a este cargo -apoyado por algunos obispos-, cuando Santiago es una de las sedes cuyo ordinario opta al cardenalato.Rouco, a quien se considera un ultramontano, sería el principal rival para Sebastián, un obispo que ha pasado de posiciones abiertas a alinearse con el restauracionismo inaugurado con el papado de Juan Pablo II. Ambas opciones, según las fuentes, se sitúan dentro del ámbito de la derecha eclesial.

La presentación de Rouco, según fuentes eclesiásticas, contribuiría a lo que ya no se duda en calificar de "minucioso plan" del nuncio del Vaticano en España, Mario Tagliaferri, para cambiar la faz del episcopado español, reemplazando a los obispos menos conservadores por otros más duros.A pesar de que Fernando Sebastián ha actuado con dureza en su relación con los sectores progresistas, "no es de los suyos", aseguran en medios eclesiásticos, refiriéndose a movimientos conservadores como Comunión y Liberación y el Opus Dei. Quien sí tendría eco en estos sectores, además del propio Rouco, sería Agustín García Gasco, uno de los obispos auxiliares de Madrid, cuyo nombre también se ha rumoreado para la secretaría.

Buen negociador

El actual titular del cargo se ha revelado como un buen negociador en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Sebastián es un gran conocedor de estos temas, y se le considera más flexible de lo que sería Rouco. Sin embargo, Sebastián ha mostrado cierta dureza en la polémica surgida a raíz de los congresos de teología que se desarrollan cada mes de septiembre en Madrid bajo los auspicios de la Asociación de Teólogos Juan XXIII.Rouco, por su parte, es un obispo de aspecto mucho más informal que Sebastián. Es frecuente verle en mangas de camisa o dirigirse a los fieles en un lenguaje llano. Sin embargo, es considerado como un ultramontano dentro del aparato eclesial.

Mientras algunas fuentes apuntan a problemas surgidos en la diócesis para la presentación de Rouco como candidato, otras destacan que, en realidad, pasar de Santiago a obispo secretario es bajar de escalafón, máxime cuando se esperan para los próximos meses dos nuevos nombramientos de cardenales españoles. El nombre del arzobispo de Santiago no es ajeno a las listas que corren sobre estos nombramientos, en las que también se incluye al sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano -el riojano Eduardo Martínez Somalo-, así como al arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo.

El nombramiento de cardenales y la elección de secretario general van a ser, junto con la designación de obispos, los grandes temas de los próximos meses. En breve se espera que se produzcan nombramientos de obispos para algunas diócesis españolas, de las que en la actualidad cinco se encuentran vacantes. Medios eclesiásticos apuntan que estos nombramientos se producirán con cuentagotas, pero para los próximos días se espera al menos uno, que podría ser el de OsmaSoria o el de Plasencia. En ambas diócesis se han producido movimientos de creyentes pidiendo una rápida designación. Para una de estas sedes se cita el nombre de un sacerdote de Madrid, próximo a Comunión y Liberación. Estos nombramientos estarían en la línea conservadora que se ha acentuado en la Iglesia española desde la llegada del nuncio Tagliaferri.

Obispo auxiliar

Tampoco se descarta que en los próximos meses Barcelona cuente con un nuevo obispo auxiliar, cargo que, según algunas fuentes, recaería en Jaume Tresserres, un canonista que hace dos años -entonces en calidad de secretario general- formó parte del triunvirato que estuvo al frente de la archidiócesis mientras el cardenal Jubany se encontraba ingresado en un centro hospitalario aquejado de una angina de pecho. Tresserres está considerado como un hombre de talante abierto que prepararía la transición, ya que el cardenal de Barcelona se jubilará a mediados del próximo año.

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