Los bancos centrales piden medidas fiscales que reduzcan los desequilibrios existentes en la actualidad

Los gobernadores de los bancos centrales de los 10 países más industrializados, reunidos en Basilea, en la sede del Banco de Pagos Internacionales, hicieron ayer un llamamiento "a los Gobiernos de los principales países industrializados para adoptar políticas fiscales" destinadas a reducir los desequilibrios de las balanzas de pagos y asegurar la estabilidad de los cambios de las monedas. En un comunicado, los gobernadores señalaban que "están dispuestos a sostener estos objetivos con las políticas monetarias apropiadas". El dólar bajó ayer en los principales mercados de cambios.

El dólar volvió a bajar ayer en los mercados internacionales de cambios sin tener en cuenta la reunión de los gobernadores de los bancos centrales del grupo de los 10 países más industrializados que en esas horas se encontraban reunidos en Basilea en la sede del Banco de Pagos Internacionales. El dólar, en Francfort, estableció un cambio de 1,6719 marcos y en Tokio lo hizo a 135,05 yenes. En Nueva York la caída fue aún mayor, quedando a 1,6593 marcos y 134,20 yenes.

Los nuevos niveles de la divisa de Estados Unidos, que vuelven a ser mínimos históricos, no ayudan a pensar en una rápida solución de los problemas monetarios que están sacudiendo a todos los mercados. Los gobernadores de los bancos centrales que forman parte del Banco de Pagos Internacionales mantuvieron ayer por la mañana una reunión en la que se analizó la actual situación del dólar. Los máximos responsables de los bancos emisores del grupo de los 10 se reunieron posteriormente.

El comunicado emitido ayer por este último grupo constituye algo inusual y supone el reconocimiento de la gravedad de la crisis monetaria que se viene atravesando desde hace más de dos semanas. El comunicado, sin embargo, no va mucho más lejos de lo que en realidad pueden los gobernadores de los bancos centrales. El punto básico es la necesidad de que los países industrializados, en especial Estados Unidos, Japón y Alemania —aunque no se citen explicitamente—tomen medidas fiscales que permitan reducir los desequilibrios en las balanzas de pagos.

Son referencias claras a que Estados Unidos alcance un acuerdo interno de reducción del creciente déficit presupuestario y algo menos para Alemania y Japón relancen sus economías, para lograr así un mayor crecimiento de sus importaciones y se reduzcan sus importantes excedentes comerciales. La llamada está hecha, posiblemente por quien corresponda, pero ahora deben ser los responsables politicos de estas naciones los que adopten medidas concretas.

Estabilizar las monedas

El gobernador del Banco de Japón, Satoshi Sumita, que no asiste regularmente a estas reuniones pero si a ésta, señaló tras su entrevista particular con el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, realizada por la mañana, que ellos dos "tienen la misma posición sobre la necesidad de estabilizar las paridades de las monedas", aunque afirmó posteriormente que no habían alcanzado ningún acuerdo sobre los ti pos de interés y que no habían discutido ninguna medida específica.

Sumita dejó entender que "podía salir cualquier cosa de la reunión de los gobernadores del grupo de los 10, siempre y cuando Estados Unidos de alguna explicación sobre el déficit presupuestario".

Lamberto Dini, subgobernador del Banco de Italia, era más pesimista, por el contrario, sobre una posible cumbre del grupo de los siete —Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, República Federal de Alemania, Italia y Japón—, que sería el paso necesario para la consecución de unos nuevos acuerdos que establecieran los nuevos tipos de cambio del dólar.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, que asiste a la reunión general de Basilea aunque no a la que realizan los gobernadores del grupo de los 10, señaló la necesidad de que la Comunidad Europea actúe de forma coordinada "con una sola voz" ante los problemas que provoca la continua caída del dólar. Para Maria no Rubio es "muy difícil" saber hasta dentro de unos días si hay una decisión firme que permita detener la brusca depreciación de la divisa de Estados Unidos.

En todo caso la pelota se encuentra ahora en el tejado de los responsables políticos, en especial de Estados Unidos donde se debería llegar a un acuerdo inmediato sobre reducción del déficit fiscal.

Los gobernadores de los bancos centrales, en su comunicado, han señalado su disposición para sostener esos objetivos nuevos con las políticas monetarias apropiadas.