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El valor de los recursos sin costes

Los beneficios atípicos de las entidades financieras, producto de la venta de participaciones accionariales o de algunos inmuebles de su propiedad, siguen siendo una pieza básica en las cuentas de resultados de algunos bancos que, de esta forma, pueden seguir destinando recursos a cubrir las provisiones exigidas por el Banco de España y a retribuir a sus accionistas. Pero los atípicos, cuya clasificación empieza a disgustar a más de un responsable de grandes bancos, no explican per sí solos la mejoría de los resultados. Hay otra partida en el balance, los recursos sin costes, que, desde hace unos años, proporcionan cantidades creciente 3 de resultados, en especial en las cajas a lo largo de 1987.Bancos y cajas de ahorro tienen que destinar obligatoriamente unos porcentajes crecientes de sus recursos generados a cubrirse de los riesgos de las operaciones crediticias tradicionales, de las operaciones exteriores y de los compromisos de complemento de pensiones con los trabajadores jubilados y los activos.

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La mayor parte de estos fondos se mantiene dentro del balance de las instituciones financieras y no salen de él hasta que deben aplicarse para fallidos o para los fondos de pensiones, o pasan a aumentar la cuenta de resultados por irse liberando cantidades por la recuperación de créditos anteriores que se habían considerado morosos e incluso fallidos.

Todos estos fondos no se quedan ociosos, como es natural, sino que se invierten y las instituciones financieras contabilizan como ingresos los productos de dichas colocaciones mientras que no generan coste alguno al ser considerados como recursos propios. Es lo mismo que ocurre con el capital y las reservas legales de las entidades.

El coste nulo de todos estos recursos, cuya importancia crece con el paso de los años, hace que el coste medio de los recursos totales captados por las instituciones financieras tiendan a disminuir o, por lo menos, a no crecer. La importancia de estos fondos se explica si se tiene en cuenta que, para los bancos, representaban poco más del 10%. del total de recursos hace cuatro años y que en la actualidad supera este porcentaje en varios puntos.

Más en las cajas

En las cajas de ahorro el salto ha sido más importante y, sobre todo, mucho más rápido. Los buenos resultados obtenidos en el pasado ejercicio por buena parte de las cajas, la necesidad de hacer frente a los compromisos de complemento de pensiones con los trabajadores y la ausencia de accionistas en este tipo de entidades que soliciten unos dividendos, impulsaron a muchas cajas a destinar todos los resultados generados en 1986 a estos fondos.Algunas incluso presentaron contablemente: pérdidas al dotar completamente estos fondos, aunque tuvieran que tirar de reservas. El. hecho es que los recursos sin coste de las cajas han aumentado en menos de un año en más de 200.000 millones de pesetas. Estas cifras permiten obtener unos ingresos adicionales de, por lo menos, 20.000 millones de pesetas que van, en su práctica totalidad, a resultados.

Las cifras, al final, parecen dar la razón a aquellos que forzaron al máximo las necesidades de provisiones en ejercicios anteriores. Porque una parte importante de la recuperación del margen financiero en estos meses se debe más al aumento de los recursos sin costes que a una mejor gestión de las entidades aumentando el rendimiento de las inversiones y reduciendo el coste de captación del pasivo.

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