_
_
_
_
_
DIÁLOGO Y LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Los cuatro puntos para el acuerdo

Los cuatro ejes propuestos por el presidente del Gobierno, Felipe González, para un acuerdo contra la violencia son el refrendo expreso a la resolución del Parlamento vasco de marzo de 1985, la derogación de la ley antiterrorista y una negociación posterior con los ministerios de Interior y Justicia sobre los preceptos que deben pasar a las leyes penales ordinarias, el apoyo a la creación del espacio judicial europeo en virtud del cual cualquier juez de un país comunitario podría sancionar delitos terroristas cometidos en otro país, y el reconocimiento de los acuerdos que puedan alcanzar entre sí las fuerzas vascas, según han confirmado fuentes políticas. La declaración del Parlamento de Vitoria de marzo de 1985, aprobada por unanimidad y con la ausencia de HB, recoge una negativa expresa a reconocer a ETA como interlocutor válido para la negociación de reivindicaciones políticas.La aceptación de los acuerdos de los partidos de Euskadi ha sido el elemento más conflictivo del consenso y la fórmula que finalmente se pactó entre el presidente: González y el lehendakari, José Antonio Ardanza, ha ocasionado el bloqueo momentáneo de la ronda negociadora que se desarrolla en Vitoria.

Más información
El motivo de ruptura
Las discrepancias entre PNV y PSOE sobre el cupo retrasan el pacto contra el terrorismo

González no quiso "extender un cheque en blanco" por temor a que los partidos nacionalistas alcanzaran un pacto que pudiese forzar el marco estatutario y constitucional, por lo que puso como condición que el pacto en Euskadi sea prácticamente unánime.

La llave del PSE

Dejando a un lado a HB, cuya exclusión se da por segura, el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) se convierte así en la llave de cualquier resultado. La incomparecencia de los socialistas a la ronda de conversaciones en Ajuria Enea mantiene bloqueada hace una semana la iniciativa del lehendakari.La, discrepancia entre los dos partidos coligados en el Gobierno vasco no tiene relación con los acuerdos alcanzados en Madrid, sino con la negociación del cupo, cantidad que la comunidad autónoma debe liquidar anualmente a la Administración central para financiar los servicios y cargas no transferidos.

Los socialistas vascos no han querido entrevistarse con Ardanza hasta que no exista un compromiso del PNV de acudir a Madrid para refrendar el acuerdo negociado por González, y éstos han eludido comprometerse hasta no tener constancia de que existe voluntad negociadora y posibilidad de acuerdo satisfactorio sobre el cupo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Si se resuelve el conflicto entre socialistas y peneuvistas, aún quedará un obstáculo de importancia para cerrar un pacto entre los partidos vascos. Eusko Alkartasuna no parece dispuesto a aceptar ningún consenso que no conlleve la aceptación por parte de las fuerzas políticas no vascas de los acuerdos mayoritarios entre los partidos de Euskadi.

Para el partido que preside Carlos Garaikoetxea., condicionar el acuerdo al consentimiento del PSE-PSOE equivale, en palabras de un portavoz, a desnaturalizarlo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_