_
_
_
_

Montero afirma que los GAL son "un pabellón de conveniencia"

El parlamentario europeo por Herri Batasuna, Txema Montero, acusador particular en el juicio contra varios miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) acusados del asesinato del ciudadano francés Robert Capplanne, aseguró que los GAL son "un pabellón de conveniencia" bajo el que navegan grupos de objetivos diversos, que se iniciaron en un momento político concreto, tras la muerte del capitán Martín Barrios, y desaparecieron en cuanto Francia accedió a la primera extradición de refugiados.El parlamentario europeo precisó que la policía sólo había efectuado detenciones de miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación cuando las víctimas eran francesas, pero nunca cuando eran refugiados. Afirmó que ante el clamor popular para que se detuviera a alguno de sus miembros y las presiones del Estado francés, el grupo de los procesados pudo ser incentivado para después ser detenido.

Txema Montero que ejerce la acusación particular en representación de la viuda de Robert Capplanne en el juicio calificó el caso de "crónica de una detención anunciada". Agregó que no había pedido el procesamiento de policías porque no existen pruebas suficientes en el sumarío, pero comentó que la actuación de la Brigada Antiatracos de Barcelona quedaba en una nebulosa, y citó varias coincidencias relativas al policía Jorge de Haro, que ha declarado como testigo en el juicio.

El dirigente de Herri Batsuna terminó pidiendo una comisión rogatoria para tomar declaración al presunto jefe del grupo, Ismael Miquel, condenado a cadena perpetua en Tailandia.

Petición de penas

Tanto el fiscal como el abogado Montero rebajaron las peticiones de pena para todos los procesados excepto Javier Rovira, autor material del crimen, reconocido por el propio Caplanne antes de morir. Pero la rebaja fue mínima para José Luis Fariñas y Carlos Porta, y la petición para ellos es similar a la de Rovira, 54 años, con una diferencia de meses. Para Carlos Pedemonte se pidieron ocho años (antes, 54), y para Carlos Laborda, tres años (antes, ocho).El fiscal dijo que la sentencia tenía que ser firme, y que se alegraba de que Txema Montero, defensor habitual de miembros de ETA, fuera acusador, porque "este terrorismo es igual que el otro". El defensor de Pedemonte dijo que el grupo no podía ser considerado banda armada, y que su defendido creyó ayudar a la policía. El juicio concluirá el lunes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_