El Boca atraviesa el peor momento de su historia
La derrota por goleada en su propio campo -la histórica bombonera- frente al Newell's, en la pasada jornada de Liga, hizo modificar al legendario Boca -uno de los dos clubes más populares del país- el récord más negro de su estadística: ésta es la peor campaña del club desde que en 1931 se organizó el fútbol profesional en Argentina. Ocupa el último lugar de la tabla, con sólo cinco puntos en 10 partidos, de los que perdió 7.
La serie negativa anterior del Boca correspondía a 1949, cuando sobre 20 puntos disputados había logrado 7. Pero la crisis actual es aún más grave, si se analizan las derrotas. Dos de ellas fueron por goleada -el Rácing le venció 6-0 y el Newell's acaba de ganarle por 1-5- que nunca había soportado de forma consecutiva. La caída del Boca desde que se inició la Liga arrastró a un entrenador, Roberto Saporiti, que sucedió a César Menotti cuando al Flaco lo contrató el Atlético de Madrid.Saporiti fue reemplazado por Juan Carlos Lorenzo, a petición de la barra brava del club, que exigió su regreso. Lorenzo, que también fue entrenador del Atlético de Madrid, había cumplido su ciclo de más éxito como técnico de club entre 1976 y 1978 en el Boca, cuando ganó sucesivamente la Liga, la Copa de Campeones de América y la Copa Intercontinental. Hasta ahora, ni las variantes de jugadores y de tácticas, ni el inflador psicológico -que, según Lorenzo, hacía falta para levantar el ánimo de la plantilla- han dado resultado.
El descalabro se ha llevado también los 25 años de fama y gloria que había acumulado el mítico portero Hugo Gatti, que hasta hace dos meses era ídolo indiscutido, a sus 43 años, y en este momento goza de una licencia forzosa impuesta por Lorenzo para que recupere la moral después de la goleada del domingo pasado frente al Newell's. Gatti, a los cinco minutos de juego, se quedó insólitamente paralizado frente a un balón que cayó sobre su área, y, cuando quiso reaccionar, el delantero Almírón, del Newell's, aprovechaba el increíble error para rematar de cabeza, superándole, y marcaba el primer gol del partido. Gatti ha sido siempre valorado de forma especial por la capacidad para controlar el juego en su área, por su facilidad para adelantarse a los atacantes. Un fallo de este tipo es lo que menos se espera en él.
Gatti pidió el cambio
La equivocación de Gatti puso nerviosos a sus compañeros, y, dos minutos después, el juez debió expulsar al centrocampista Stafuzza por agresión violenta contra un rival. El Boca no pudo resistir la ofensiva del Newell's, que le vencía 1-3 al finalizar la primera parte del juego, y llegaría al 1-5 en la segunda. Gatti, abatido, pidió su reemplazo cuando le convirtieron el tercer gol, y se marchó del estadio sin querer recibir a la Prensa. El martes, cuando se presentó al primera entrenamiento de la semana, Lorenzo le comunicó que debía tomarse vacaciones hasta que se sintiera con ganas de jugar.El problema del Boca podría explicarse en parte por la dramática crisis que afecta a todo el fútbol argentino. Desde 1981, cuando obtuvo su último título de Liga con Diego Armando Maradona como estrella del equipo, el pasivo del club crece de forma similar a la deuda externa del país. Cada año, el Boca debe más dinero a valores constantes, y en la temporada pasada intervino el juez para citar a una convocatoria de acreedores. Su déficit se calcula ahora en unos 2,5 millones de dólares (unos 300 millones de pesetas). Pero ésta no parece ser una causa excluyente, puesto que, al mismo tiempo, es el club que, cada año, recauda más dinero, y recibe ayudas financieras de empresarios y de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
A sus cuentas en rojo, el Boca debe sumar la mala administración de las juntas directivas que se sucedieron hasta la actual. El problema es complejo, porque todas las razones no bastan por sí solas.
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