Amotinamiento contra el nuevo presidente de Burkina Faso

El capitán Bukari Kabore, conocido como el León de Bilkiembe, encabeza en Burkina Faso el amotinamiento de unos 400 paracaidistas que se niegan a reconocer el nuevo Gobierno del capitán Blaise Compaoré. Los rebeldes -cuyo cuartel general se halla a unos 100 kilómetros al oeste de Uagadugu- se hallan rodeados por las fuerzas de Compaoré, al que Kabore no perdona la muerte del presidente y compañero de ambos, Thomas Sankara, en el golpe de Estado con el que, hace nueve días, logró hacerse con las riendas del poder.

Bukari Kabore, de 37 años, dirige una de las dos unidades de elite existentes en el país -la otra es la que manda su ex compañero de curso Compaoré y que controla la capital, Uagadugu, desde el golpe dado el pasado día 15, que costó la vida a una docena de personas. Según declaró el viernes, el León exige al nuevo presidente que abandone el poder por el bien de Burkina Faso ya que la forma sangrienta con que se ha hecho con el mando le priva de autoridad moral y política.El capitán amotinado añadió que no podía dar su apoyo a quienes asesinaron a Sankara, el carismático dirigente radical que tiobernó Burkina Faso -ex Alto Volta- durante los últimos cuatro años. Kabore dijo que en caso de un ataque está dispuesto a resistir hasta el último hombre.

Por su parte, Compaoré declaró el mismo día que espera convencer por medios pacíficos a los amotinados para que se unan a él y que no adoptará sanci contra Kabore en caso de que éste deponga las armas.

El derrocamiento de Sankara -el quinto golpe de Estado en este país desde que logró la independencia de Francia hace 27 años- ha sido criticado por numerosos jefes de Estado africanos, entre ellos el presidente de Zambia y jefe de la Organización para la Unidad Africana, Keneth Kaunda que ha calificado la muerte de Sankara de asesinato.

EI Ejército, a la expectativa

A pesar de estos comentarios, Compaoré asegura que ha logrado la adhesión de las demás guarniciones militares. Por su parte, Kabore también afirma que, además de sus hombres, cuenta con el apoyo de una gran parte del Ejército burquinabe que todavía se hallan perplejos por el asesinato de Sankara y a la espera de los acontecimientos."Todos los jefes de unidad están de acuerdo con mi punto de vista pero tienen miedo todavía a pronunciarse", declaró a la prensa Kabore mientras sus hombres aseguraban que estaban dispuestos a marchar sobre la capital en cualquier momento.