Ancianos y jóvenes de Madrid tendrán tarjetas de transporte por 1.000 y 2.000 pesetas al mes

Los jóvenes y los ancianos de la región madrileña podrán utilizar, a partir de febrero, tarjetas de transporte, válidas para tren, metro y autobús, a 1.00 y 2.000 pesetas, respectivamente, según el acuerdo tomado ayer en la reunión mantenida por Joaquín Leguina, presidente del Govierno autónomo, y Juan Baranco, alcalde de Madrid. El Consosrcio Regional de Transportes tiene que dar el visto bueno al acuerdo en su reunión mensual del próximo viernes.En la runión también se acordó la puesta en marcha de un plan de empleo, dirigido especialmente a los jóvenes, aunque la falta de competencias de la Comunidad de Madrid, sobre todoe en materia de legislación laboral, restará posiblilidades al plan. según han admitido todas las fuentes consultadas, incluido el Gobieno autónomol. El éxito del futuro plan de empleo depende en gran parte de los ministerios de Trabajo y de Economía.

El Ejecutivo regional empezará a aplicar, a partir de enero de 1988, una serie de pasos dirigidos a paliar los problemas de la vivienda y luchar contra la especulación del suelo en la región madrileña mediante una mayor atención a los barrios en remodelación, los sectores marginados y las viviendas de tipología especial.

En esta línea de enfoque global de los problemas de Madrid, Joaquín Leguina manifestó que solicitará una entrevista al presidente del Gobierno, Felipe González, para hablarle de la situación de la región.

Empleo juvenil

La reunión de ayer continúa la serie de encuentros que el jefe del Ejecutivo autónomo ha mantenido con los interlocutores sociales para instrumentar un programa de empleo para Madrid, aunque en ella se trataran también otros temas.El presidente del Gobierno de Madrid afirmaba ayer que se trataba de "coordinar las acciones del Gobierno nacional, las de la Comunidad y las de los ayuntamientos" en materia de empleo.

Una coordinación de planes de generación de empleo que evite en lo posible situaciones como las registradas en el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Madrid y que merecieron los más duros calificativos por parte de los sindicatos. Comisiones Obreras -que ultima, junto con UGT, una serie de propuestas comunes sobre la creación de puestos de trabajo- hizo público un comunicado en el que acusaba de "ligereza y falta de rigor a la corporación madrileña, capaz de aprobar un plan unificando 43 medidas distintas, ninguna, en su opinión, eficaz para luchar de verdad contra el desempleo.

En este contexto, las negociaciones entre el Gobierno autónomo y el Ayuntamiento madrileño se mueven dentro de muy estrechos límites. Leguina ha anunciando que mantendrá conversaciones con el Ministerio de Trabajo que posibiliten la legislación laboral necesaria para dar eficacia a un programa de empleo.

Juan Barranco, más optimista, declaraba ayer que el "Ayuntamiento va a ofrecer un plan global en el que se incluyan no sólo las inversiones propias, sino las que se puedan obtener del Instituto Nacional de Empleo (Inem) y del Fondo Social Europeo, con el fin de aumentar en varios miles de millones los presupuestos municipales contra el paro". Proyectos que Barranco dirigió prioritariamente a la creación de escuelas de formación en los; barrios y que parecen estar muy lejos de lo que la Comunidad y los sindicatos entienden como un "verdadero programa de lucha contra el paro".