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España y EE UU intentarán un desbloqueo parcial en la negociación sobre las bases

Francisco G. Basterra

Estados Unidos y España se han dado unos días suplementarios de tiempo para intentar un desbloqueo, aunque sea parcial, en la negociación sobre las bases y evitar que el Gobierno de González presente antes del 14 de noviembre la denuncia de los actuales acuerdos en términos de confrontación. Ésta es la impresión obtenida por EL PAÍS en Washington de fuentes diplomáticas norteamericanas, que, sin embargo, oficialmente insisten en que el imprevisto aplazamiento de la séptima ronda negociadora, que debía celebrarse el lunes y el martes en Madrid, se debe únicamente a "motivos técnicos de calendario".

"Lo que tenían que decirse se lo dirán un poco más tarde. Esto no cambia la negociación y no hay que darle excesiva relevancia", precisó un portavoz de la Embajada de España en Washington. "Dos partes negociadoras no se ponen de acuerdo para aplazar una reunión de este tipo si no se está moviendo algo", dijo, sin embargo, una fuente norteamericana que conoce España y sigue las negociaciones. Es una señal de que "ambas partes pueden estar revisando sus posiciones". "No sabemos que vayamos a presentar una nueva propuesta", dijo a EL PAÍS un portavoz del Departamento de Estado."No puede creerse seriamente que el reciente viaje del Rey a Estados Unidos y su almuerzo con Reagan no fuera utilizado para hablar, de una forma general y meditada, del problema de las bases", explicó un diplomático norteamericano. Medios oficiales califican el momento actual de "difícil y tenso", pero "somos y seguiremos siendo amigos y aliados, y hay demasiadas cosas en juego entre los dos países para que esto no se resuelva satisfactoriamente", añaden.

Los españoles insisten en que la exigencia de que los 72 aviones F-16 estacionados en Torrejón salgan de España, con todas las cautelas necesarias en materia de plazos que sean aceptables para Washington, es irrenunciable. Pero los negociadores de Washington no tienen aún una propuesta aceptable para seguir negociando y que podría servir para anunciar un acuerdo de principio. Esta ausencia de movimiento justificaría retrasar dos semanas un nuevo diálogo de sordos en Madrid.

Esta firmeza española no podía ser respondida con una nueva negativa norteamericana la semana próxima en Madrid, que hubiera hecho imposible al Gobierno socialista evitar una respuesta de dureza. Tras la entrevista mantenida el pasado mes en Nueva York por el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el secretario de Estado, George Shultz, los negociadores estadounidenses recibieron sugerencias de que era necesario un nuevo esfuerzo de flexibilidad.

El ministro español de Defensa, Narcís Serra, y el jefe del Pentágono, Caspar Weinberger, se encontrarán el 3 y 4 de noviembre en Monterrey (California), donde ambos participarán en una reunión del Grupo de Planes Nucleares de la OTAN. Será una oportunidad de discutir el tema de las bases, que coincidirá con la última ronda negociadora antes del pazo del 14 de noviembre.

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