Técnicos del Ejercito del Aire califican de "nefasta" la modernización de los aviones que utilizará el Rey
Técnicos del Ejército del Aire elaboraron a comienzos del pasado verano un informe en el que se descalifican con rotundidad los trabajos de modernización que se están realizando en la factoría estadounidense de Boeing a los dos anticuados B-707 que, a partir del próximo año, sustituirán a los dos viejos DC-8 que emplean el Rey y el presidente del Gobierno en sus desplazamientos oficiales. Mandos militares que conocen el informe califican de "nefasta" la operación que se está efectuando en EE UU sobre los dos B-707, fabricados hace casi 20 años, antigüedad similar a los dos envejecidos DC-8 que ahora usa el Rey.
A comienzos del pasado verano, una comisión de inspección integrada, por varios militares de las Fuerzas Aéreas viajaron a EE UU para observar sobre el terrero la marcha de los trabajos de reparación y acondicionamiento de los dos Boeing 707 que, además de ser empleados por el Rey y el presidente del Gobierno, serán utilizados como aviones cisterna, extremo que también es criticado en medios oficiales.
Al llegar a la factoría de Boeing, los responsables de la misma impidieron la entrada a la comisión del Ejército del Aire por razones desconocidas. Ayer, la oficina de Boeing en España no respondió las consultas realizadas desde este periódico al respecto.
Sin embargo, uno de los militares enviados a EE UU logró penetrar por otras vías en los talleres le Boeing y observó de cerca los trabajos que se realizaban. Según las fuentes informantes, uno de los B-707 estaba siendo pintado en el momento en que el militar español observaba el aparato. Ante el asombro del jefe del Ejército del Aire, uno de los operarios de Boeing estaba poniendo pintura encima de alguna zona que ostensiblemente presentaba corrosiones.
En el informe redactado por el experto del Ejército del Aire se hacen constar numerosas anomalías, de este calibre. Por este motivo, los mandos de las Fuerzas Aéreas han querido aclarar desde ese momento que el Cuartel General del Aire no fue consultado -tampoco se le pidió un informe al respecto- a la hora de decidir qué aparatos podían adquirirse. De hecho, los técnicos aconsejaron al jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, teniente general Federico Michavila, que se abriera una investigación para determinar quién era el responsable de la decisión de compra.
Decisión del Gobierno
Al respecto, las fuentes oficiales del Ministerio de Defensa no respondieron ayer a esta pregunta, pero si señalaron que el propio ministro de Defensa, Narcís Serra, y el entonces secretario de Estado, Eduardo Serra -la decisión se tomó hace casi dos años-, "siguieron muy de cerca" el probIema. Además, y por el elevado coste de los aparatos -unos 10.000 millones de pesetas-, la decisión tuvo que adoptarse en Consejo de Ministros, según las mismas fuentes.
Los dos B-707 debían ser entregados, de acuerdo con el compromiso adquirido por la división militar de Boeing, en el curso de este año, pero la llegada a España ha sido retrasada en varios meses debido a problemas técnicos surgidos durante el proceso de modernización. El titular de Defensa ha afirmado que los motores de los dos Boeing -cuatro por aparato- serán "prácticamente nuevos", ya que están siendo sometidos a una fuerte revisión y acondicionamiento.
Serra señaló anteayer, durante su estancia en el campo de maniobras de San Gregorio (Zaragoza), que los dos B-707 destinados al Grupo 45 de las Fuerzas Aéreas Españolas como aviones para las primeras autoridades del país serán empleados también como aviones cisterna para los cazabombarderos. El ministro, sin embargo, desmintió la posibilidad de que esos mismos aviones fueran utilizados como aparatos espía, y, concretamente como buscadores de emisiones radar, extremo que había sido comentado en ámbitos militares.
Los DC-8 cuatrimotores que ahora emplea el Rey en sus desplazamientos oficiales fueron fabricados por McDonnell Douglas, tienen más de 20 años de antigüedad y cerca de 80.000 horas de vuelo. "Debido a su relativa antigüedad, el pilotaje de este avión ofrece ciertas complicaciones", se indica en el libro Fuerza Aérea Española editado hace cuatro años por el Ejército del Aire.
Los dos B-707 que los sustituirán a los DC-8 no son más nuevos. También fueron construidos hace unos 20 años -ya no se fabrica ese modelo-, tienen cerca de 65.000 horas de vuelo entre los dos y su último propietario fue el ejército estadounidense. Actualmente, estos aviones son empleados, casi exclusivamente, como cargueros o como cisternas y, en muy raras ocasiones, para transporte de pasajeros en países de muy bajo nivel económico.
Propuesta desechada
Se da la circunstancia de que, cuando el pasado lunes sufrió una avería el DC-8 que debía trasladar al Rey desde EE UU a España, el vicepresidente del Instituto Nacional de Industria (INI), José Manuel García Hermoso, y otros directivos del grupo se encontraban en EE UU contactando con altos cargos de Boeing y de McDonnell Douglas dentro de los trabajos que Iberia está efectuando para renovar su flota.
El DC-8 averiado -perdía aceite uno de los motores- llegó ayer al aeropuerto de Madrid-Barajas y hoy mismo será empleado para trasladar personal militar a las islas Canarias.
Ya hace tres años, y cuando desde el propio Gobierno se planteó la necesidad de sustituir los viejos DC-8 que emplea el Rey, el Ejército del Aire recomendó la adquisición de aviones Boeing 747 o DC-10. Se trata de uno de los más grandes aparatos que utilizan las líneas comerciales.
Esta propuesta, que fue desechada de inmediato por razones desconocidas, incluía que el avión elegido pudiera también ser empleado. Para otros fines militares, ya que para los viajes oficiales podía utilizarse sólo la parte delantera del aparato.
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