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Eloi Toldrà Andreu

Primer Defensor del Ciudadano de un municipio español

Eloi Toldrà tiene 35 años y es, además de agricultor, el primer Defensor del Ciudadano de un municipio español. Su reciente nombramiento no hubiera sorprendido a los vecinos de Amposta de no ser porque es el único concejal comunista en un Ayuntamiento gobernado por convergentes. Impulsor de la creación de esta nueva figura, su misión consiste, precisamente, en solucionar los problemas que la gestión municipal plantea a los 15.000 habitantes de la localidad catalana.

Eloi Toldrà, que se define como una persona "fundamentalmente tranquila", no se explica el revuelo que ha originado su reciente designación como Defensor del Ciudadano. Lo que empezó como un intento de rescatar a las minorías de los rincones de los edificios municipales se ha convertido en el principal tema de conversación entre los vecinos de Amposta. "Y no sólo en el pueblo, que sería normal, sino en el propio Ayuntamiento de Barcelona, desde donde ya se han oído algunas opiniones contrarias", señala.El reciente aliado de los vecinos, hasta el día de su nombramiento por el pleno, se dedicaba exclusivamente a trabajar sus campos. "Antes estaba empleado como administrativo, pero mi padre sufrió una enfermedad y tuve que hacerme cargo de la huerta".

El concejal planteó la idea de crear la figura del Defensor del Ciudadano a la vista de las escasas posibilidades que tenía su anterior compañero en la corporación. "En el resto de ayuntamientos no sé lo que ocurre, pero en el de Amposta, a los grupos minoritarios no se les hace caso", asegura. "Es como si no existieran".

Por esa razón, cuando le propusieron encabezar la lista de Iniciativa per Catalunya, aceptó sin dudar. "Al principio tenía miedo de que no me hicieran caso" dice.

"La idea cayó como un jarro de agua fría", recuerda. El resto de concejales se mostró contrario a su nombramiento. "Algunos decían que no era legal, pero tampoco estaba prohibido, así es que en un pleno se aprobó la creación del Defensor del Ciudadano con los votos de los convergentes. Yo no sé si al alcalde le parece bien. Pero hizo una promesa y la ha cumplido".

Los vecinos de Amposta sí han recibido la noticia con satisfacción. "Todavía falta ratificar el cargo, pero la gente ya empieza a contar conmigo. Son muchos los, ciudadanos que no sabían dónde acudir para resolver sus problemas. Ahora lo tienen más fácil, vienen a hablar conmigo y se estudia el problema", asegura. El Defensor del Ciudadano no tiene competencias propias, excepto las de su cargo de concejal. "Pero puede intervenir y agilizar los asuntos municipales", agrega Toldrà.

"Por ejemplo, ahora estoy revisando los contadores de la luz, porque se ha descubierto que muchos de ellos no marcan adecuadamente. También estoy interviniendo en el caso de un hombre al que el Ayuntamiento solicita 700.000 pesetas para instalarle la luz en un terreno. Es un error del catastro del que nadie tiene la culpa. Pero si tuviera que realizar todas las gestiones, perdería varios días en las ventanillas municipales".

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