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El Gobierno francés culmina con la venta de Suez la primera etapa de la privatización

Lluís Bassets

El ministro de Economía y Hacienda francés, Edouard Balladur, fijó el viernes en 317 francos (6.340 pesetas aproximadamente) el precio de la acción de la Compañía Financiera Suez, cuyos títulos empiezan a venderse al público desde hoy, lunes, hasta el 17 de octubre. Ésta es la duodécima empresa que privatiza el Gobierno conservador de Jacques Chirac y la primera de la última serie de privatizaciones antes de las elecciones presidenciales de 1988, que pueden significar, en caso de una victoria socialista, un freno a la política de capitalismo popular.

El precio elegido por el ministro se considera ligeramente inferior a la estimación aceptada del valor de las acciones y se debe, según el Gobierno, a las últimas oscilaciones a la baja de la bolsa. Las 11 empresas privatizadas hasta ahora han registrado todas una revalorización de sus acciones, del orden del 24,8%, según estimaciones realizadas por el propio grupo socialista de la Asamblea Nacional. Las ventas de acciones al público han significado la suscripción de 15 millones de títulos, en paquetes siempre muy pequeños, inferiores a las expectativas creadas. Se considera que unos seis millones de franceses han pasado a ser pequeñísimos propietarios de las empresas antes nacionales.Los socialistas destacan, al analizar el éxito conseguido por el Gobierno conservador, que las empresas privatizadas sufrieron una revaluación de un 350% en los cuatro años de su paso por las manos del Estado, después de la nacionalización de 1982. Señalan también que el Gobierno ha fijado los precios de venta a la baja, para conseguir la absorción de las acciones por el mercado.

La venta de Suez se produce en el momento más difícil de las privatizaciones. El patrón de la revolución liberal francesa, el número dos del Gobierno y ministro de Economía, Edouard Balladur, ha visto contestada su gestión por la oposición socialista y, lo que es más grave, por personalidades de la propia mayoría conservadora. Según sus críticos, Balladur ha realizado una privatización dictada por el favoritismo y el control excesivo, en la que el reparto de las mejores cartas ha sido para sus amigos personales y políticos.

Los grandes empresarios y gestores económicos próximos a la neogaullista Asamblea para la República (RPR) habrían sido, según estas opiniones, los adjudicatarios de los llamados núcleos duros o parte de la propiedad de las empresas privatizadas destinada a asegurar su continuidad.

Consejo para la venta

Mientras que la fijación del precio de venta al público de las acciones se realiza a partir de los consejos que proporciona al ministro una comisión de privatizaciones, la adjudicación del núcleo duro es una responsabilidad exclusiva del ministro de Economía, que es así quien polariza ahora todas las críticas. La venta de Suez y la adjudicación del núcleo de control (el 28% del capital), en el que destacan el grupo Saint-Gobain y la Compañía General de Bélgica, se ha visto condicionada por las críticas.La historia del Grupo Suez se remonta a 1858, cuando Fernando de Lesseps recibió el encargo de construir y explotar el canal del mismo nombre y creó una empresa de nombre rimbombante, la Compañía Universal del Canal Marítimo de Suez. La reconversión de esta veterana empresa decimonónica hacia actividades bancarias y financieras empezó en 1957, después de la nacionalización del canal por el Gobierno egipcio.

Su vocación dirigida hacia las grandes obras públicas no desapareció y ya en 1957 creó el Grupo de Estudios del Túnel bajo la Mancha. En 1982 fue nacionalizada por el Gobierno socialista francés y en 1986, situada en la lista de las empresas a privatizar.

En la actualidad participa en el lanzamiento del llamado Eurotúnel o Chunnel y en Eurodisneylandia. El grupo emplea 20.000 personas, cuenta con 313 sociedades y está presente en 85 países. Sus resultados consolidados fueron en 1986 de 2.400 millones de francos (48.000 millones de pesetas, aproximadamente).

Las actividades del grupo destacan en banca (Banca Indosuez), seguros (Grupo Victoria), empresas industriales y de servicios (participaciones a veces mayoritarias en Lyonnaise des Eaux, Saint-Gobain, Cerus, Bouygues, Club Mediterranée) y mercado inmobiliario. El mayor peso gravita sobre las actividades bancarias, que significan el 37% de los activos del grupo. En términos de beneficios es la octava empresa financiera francesa y la número 76 mundial.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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