Los bancos exigen a Brasil más garantías para aceptar renegociar la deuda
Los bancos acreedores de Brasil exigieron ayer al presidente del banco emisor, Fernando Milliet, garantías adicionales sobre la viabilidad del plan de reestructuración de su deuda con la banca privada (estimada, en unos 68.000 millones de dólares), presentado el viernes de la semana pasada en una reunión celebrada en esta ciudad.
En. una reunión prevista para la tarde de ayer, viernes, el comité de 14 bancos que constituyen el grupo negociador de la deuda brasileña planteó la necesidad de que el país latinoamericano obtenga, al, mismo tiempo que lo hace con la banca privada, garantías de éxito suficientes para cerrar satisfactoriamente la negociación con el resto de sus acreedores, el FMI y los países miembros del Club de París. El total de la deuda brasileña supera los 115.000 millones de dólares.
Sin decir específicamente que Brasil tiene que llegar a un acuerdo previo con el FMI, a lo que se niegan las autoridades de Brasilia, la cuestión planteada por el comité de bancos sugiere que Brasil tiene que ofrecer compromisos suficientes de que su plan económico va a producir los ingresos suficientes como para hacer frente a cualquier acuerdo de renegociación de pagos de su deuda. El Gobierno brasileño se ha negado a negociar un acuerdo con el FMI, como paso previo a los bancos, y ha mantenido un inusitado silencio ante la demanda en el mismo sentido por parte de los acreedores institucionales del Club de París.
Renegociar a tres años
Brasil propuso el pasado viernes a los bancos una renegociación a tres años de su deuda privada, sobre la base de una nueva inyección de fondos por importe de 10.400 millones de dólares. Esto permitiría la reanudación de los pagos de intereses, que fueron suspendidos unilateralmente el pasado mes de febrero. El programa incluía también una propuesta para convertir una parte reducida de sus créditos en bonos y otros valores.Los bancos han emplazado a Brasil a llegar a un acuerdo de renegociación para antes del 26 de octubre. En caso contrario, muchas entidades norteamericanas se verían forzadas a, declarar vencida una parte de su deuda con el país latinoamericano, con el resultado de importantes pérdidas. La provisión de estos créditos dificultaría aún más la llegada a, un acuerdo.
El ministro de Finanzas brasileño, Bresser Pereira, manifestó en Washington, con ocasión de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, que los bancos tendrán que aceptar el principio de que "la actual deuda de Brasil no tiene que aumentar en términos nominales", dando a entender que el acuerdo que ahora se negocia debe incluir una provisión para una limitada condonación de deuda vieja.
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