Aviones iraquíes atacan a un pesquero australiano y matan a su capitán
Aviones de combate iraquíes atacaron ayer a un pequeño pesquero australiano que faenaba en aguas iranies y mataron a su capitán, Robert Wellcock. Otros dos petroleros japoneses -uno con bandera liberiana- que transportaban arado iraní resultaron dañados por el ataque, supuestamente por error, de lanchas rápidas iranies. También ayer, un petrolero paquistaní resultó alcanzado. Su capitán indicó que los agresores parecían iraníes. Las acciones de las lanchas parecen ser la respuesta de Teherán a los continuos bombardeos de sus barcos por parte de Irak, que horas más tarde anunciaba que su aviación había alcanzado un "gran objetivo naval iraní", denominación que suele utilizarse para los petroleros.
Fuentes de la industria del petróleo y de la Nisso Shipping, propietaria del Nichiharu Maru, de 237.586 toneladas, indicaron que ni en ese petrolero ni el Western City, de 236.425 toneladas, hubo víctimas. Los ataques fueron realizados con cohetes y fuego de ametralladora que produjeron daños menores a los barcos.
El Wertern City venía de cargar parcialmente sus depósitos con crudo iraní en Larak y se dirigía a otra terminal de Irán más al Sur. Los dos barcos estaban a 18 kilómetros de distancia entre sí cuando fueron atacados por cinco lanchas de los guardianes de la revolución iraníes, que debieron pensar que habían cargado en Kuwait y abandonaban la zona. Irán ha negado que sus lanchas fueran responsables de estos ataques.
La agencia iraní de noticias Irna indicó que fuentes navales iraníes había captado los mensajes radiofónicos de dos barcos no identificados que habían sido dañados y se comunicaban, probablemente, con navíos de guerra de Estados Unidos.
El petrolero paquistaní Johar había cargado en Arabia Saudí y se encontraba en la boca del estrecho de Ormuz cuando fue bombardeado por dos cañoneras, al parecer iraníes, que se aproximaron sin identificación ni bandera alguna. Aunque tres misiles dañaron el barco, no hubo ninguna víctima entre la tripulación. En la noche del martes al miércoles fue también dañado un petrolero griego, el Koriana.
Radio Teherán citó ayer una información, procedente del cuartel general de Guerra iraní, en la que hace un llamamiento a la ONU para que obligue a Irak a cesar los ataques contra los petroleros con crudo iraní. De no ser así, amenaza con bombardear Bagdad y otras ciudades iraquíes. La intensificación de los ataques en el Golfo coincide con la entrada en la zona de un convoy de nacionalidad desconocida escoltado por buques de guerra de Estados Unidos.
Las autoridades militares norteamericanas han comenzado a utilizar una plataforma marítima comercial, situada en aguas internacionales frente a la costa de Bahrain, como centro de apoyo a sus barcos, dragaminas y helicópteros.
En EE UU el Senado analiza una propuesta demócrata que, de aprobarse, suspenderá en el plazo de 90 días la escolta de la Marina norteamericana de petroleros kuwaitíes en el Pérsico, al exigir la aprobación del Congreso para escoltar cualquier convoy. El martes, el Senado aprobó un embargo en la compra de crudo iraní, medida respaldada por diferentes estamentos de la sociedad norteamericana pero que su puesta en práctica requiere que sea aprobada por la Cámara de Representantes y por el presidente, Ronald Reagan.
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