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Absuelta una mujer británica que mató a su violador de una puñalada en el corazón

Una mujer que mató a su violador de una puñalada en el corazón fue absuelta ayer en Londres de la acusación de asesinato, por estimar el juez que la acusada actuó en legítima defensa. El magistrado declaró, sin embargo, que su sentencia no habilita para que toda mujer violada se tome la justicia por su mano.

El juez John Hazan aceptó como probado que Janet Clugstone, de 38 años, blanca, viuda y madre de dos hijos, actuó en defensa propia al apuñalar a Stephen Cophen, de 24 años, negro y con antecedente penales por robo, cuando éste la estaba sometiendo a vejaciones sexuales. "El matar por venganza es ilegal y, dependiendo de las circunstancias, puede constituir asesinato u homicidio. Sólo está justificada la muerte aplicada en defensa propia", dijo el juez para justificar su fallo.El magistrado agregó que su decisión "no debe ser considera de ninguna manera como una licencia para que las víctimas de asaltos graves, o violaciones, maten a sus agresores". Después de decretar la libertad incondicional de Clugstone, le dijo: "Espero que sea capaz de dejar atrás estos terribles hechos, que deben haber sido como una pesadilla para usted, y llevar una vida normal".

Los hechos ocurrieron hace un año. Cophen abordó a Clugstone alegando que conocía a sus hijos. Ambos acudieron a una discoteca, en la que el hombre terminó de emborracharse, y más tarde acabaron en casa de Cophen, donde Clugstone fue llevada a la fuerza. Allí, según el juez, el agresor "la trató como a un animal, un objeto de gratificación para su perversa lujuria".

La mujer fue incapaz de resistir la fuerza de su agresor y tampoco pudo pedir auxilio debido a la operación que se le haba practicado para extirpar un cáncer en la garganta. En un momento del asalto, Clugstone encontró un cuchillo militar. "Estaba como loco. No sabía que más iba a hacerme", recordó ayer. Clugstone, aterrorizada, clavó el arma en el corazón del violador.

"No quería matarle, sólo quería deshacerme de él", dijo la mujer cuando, cubierta de sangre, con el cuchillo en la mano y las ropas desgarradas, se presentó en una comisaría a relatar lo ocurrido.

La Asociación de Mujeres contra la Violación acogió positivamente el fallo. "Es un triunfo que se haya reconocido el derecho de la mujer a defenderse", dijo una portavoz del grupo. "Confiamos en que el veredicto habría sido el mismo si el violador hubiera sido blanco y la mujer, negra".

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