Pasa a disposición judicial el vecino de Lugo que mató a su mujer y a su suegra
ERNESTO S. POMBOJavier López Andrade, de 57 años de edad, vecino de la parroquia de San Vitorio, en el municipio lucense de O Saviñao, pasó ayer a disposición judicial como presunto autor de las muertes de su esposa, Milagros Rodríguez, y de su madre política, Zenaida López, ocurridas el martes durante una disputa familiar.
Los hechos se produjeron cuando el matrimonio formado por Javier López y Milagros Rodríguez regresaba de casa de los padres de ésta, entablándose una fuerte discusión. Zenaida López que acudió a casa de su hija para pedirle maíz para sus gallinas, intentó interceder en la discusión entablada entre ambos en el momento en que López Andrade, armado con su escopeta, disparaba contra su esposa, y resultó alcanzada por los disparos. Ambas mujeres fallecieron en el acto, por dos impactos de bala cada una.
El presunto asesino se dirigió entonces a una vivienda próxima, en la que pretendía solicitar de un vecino que lo trasladase en su coche a Escairón, con el fin de entregarse en el cuartel de la Guardia Civil. No obstante, la ausencia de éste le llevó a cubrir a pie los 20 kilómetros que separan su casa del cuartelillo, en lo que empleó casi dos horas.
Zenaida López fue alcanzada en un costado y en la espalda, mientras que su hija lo fue únicamente en la espalda. Según la versión de los hechos facilitada por el Gobierno Civil de Lugo, la madre política del presunto asesino pudo haber encontrado la muerte al ponerse delante de su hija para evitar que le alcanzasen los disparos.
Los celos parecen ser el único móvil aparente del doble parricidio. Las versiones recogidas entre los vecinos de San Vitorio coinciden en señalar esa causa como origen de la tragedia. E incluso una hija del matrimonio, Begonia, manifestó que su padre padecía continuamente celos de la madre y que toda la familia conocía los problemas existentes en el matrimonio teniendo que intervenir en más de una ocasión los hijos.
Según la misma versión, Javier López tenía celos de forma especial de un cuñado con el que Milagros vivió distintos períodos de tiempo.
