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El MOPU crea la figura del promotor público para fomentar la iniciación de viviendas por las autonomías

Concentrar las ayudas personales para la compra de viviendas de protección oficial en aquellas familias cuyas rentas no superen 2,5 veces el salario mínimo interprofesional y crear una nueva figura denominada promotor público son dos de las novedades que el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) prepara para el próximo plan de vivienda, cuyas líneas generales, aprobadas ya por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, se discuten ahora con los responsables de las comunidades autónomas y los municipios.

El titular del MOPU, Javier Sáenz Cosculluela, hizo ayer públicos los objetivos que se persiguen con el nuevo plan, y que se resumen en potenciar la oferta para las clases más desprotegidas y fomentar la rehabilitación, para lo que anunció una próxima modificación de la ley de propiedad horizontal.Con el fin de fomentar la iniciación de viviendas por parte de las comunidades autónomas, el nuevo plan pretende .crear una nueva figura, la de las viviendas de protección oficial de promoción pública. Merced a ella, tanto las comunidades autónomas, como los municipios y las cooperativas podrán acceder a la misma financiación que los promotores privados de VPO a condición de que pongan a disposición suelo, bien en propiedad o bien cediendo el uso de superficie lo que abarataría el coste de las viviendas promovidas.

Las viviendas así realizadas se destinan a familias cuyos ingresos no superen 2 veces el salario mínimo interprofesional (1.011.600 pesetas según el salario vigente). El préstamo al comprador será a un interés del 6,5% si es en compra y del 5% si es en alquiler y el plazo de amortización será de 15 años más 3 de carencia, con unas cuotas crecientes un 3% anual.

La creación del promotor público responde, según el ministro, a la necesidad de que las autonomías tengan más financiación para promover viviendas. La experiencia del pasado plan cuatrienal demuestra que prácticamente no se hizo nada en este sentido. Así, en 1986 solamente se iniciaron 13.150 viviendas de promoción pública, y de ellas, 8.557 (el 61,5%) lo fueron con financiación de la Administración Central debido al Acuerdo Económico y Social.

La opinión del ministro es que la nueva figura potenciará la actuación de las autonomías en la promoción de viviendas para rentas bajas, mientras que la antigua promoción pública quedará circunscrita a cubrir las necesidades de los más marginados, las familias sin ningún poder de compra.

Otro interés

En cuanto a las tradicionales viviendas protegidas de promoción privada, perderán peso específico en el conjunto del plan pues se prevé que su número pueda llegar a descender hasta más de la mitad de las de este año. Se reducen sus potenciales adquirentes y varían igualmente los tipos de interes.Según el plan del MOPU, sólo podrán comprar una VPO privada las familias con ingresos no superiores a 2,5 veces el salario mínimo interprofesional, aunque se atenderán razones geográficas y familiares. Los préstamos subsidiados tendrán un tipo de interés inicial del 7,5% que será revisado cada cinco con el fin de comprobar que sigue habiendo razones objetivas para la subsidiación del interés.

Por lo que se refiere a las subvenciones personales (a fondo perdido) continuarán vigentes aunque el ministerio pretende que se hagan cargo de ellas las comunidades autónomas, tanto en promoción privada como pública.

Según el nuevo plan en discusión, quedan fuera de las ayudas públicas las familias con rentas superiores a 2,5 veces el SMI. Las familias con rentas comprendidas entre esa cifra y 5 veces el SMI podrán comprar una vivienda protegida pero con préstamos sin subsidiación y al tipo de interés que se acuerde con las entidades financieras, ahora estipulado en el 11,75% y que se pretende reducir al 11%.

Plusvalías

En cuanto a la desgravación fiscal, el ministro anunció que quienes hubieran comprado una vivienda según el decreto Boyer (17% de desgravación por vivienda nueva y 15% por usada) tendrán que acoplarla a las nuevas normas (15% para primera vivienda y 10% para segunda). Ello quiere decir que el que hubiera adquirido una casa nueva, el año pasado como segunda residencia verá reducida su desgravación en 7 puntos. Por otro lado, sube de 15 a 30 millones el mínimo exento de la plusvalía generada en la venta de una vivienda cuando se reinvierta dicha cantidad en comprar otra.Por último, la rehabilitación gozará de la misma desgravación fiscal que la vivienda. Las familias que quieran acometer obras de rehabilitación ligera y no sobrepasen una renta de 3 veces el salario mínimo podrán tener préstamos subsidiados. Si la rehabilitación es pesada o estructural, los créditos serán subsidiados independientemente del nivel de renta.

El ministro expresó su deseo de que la oferta de viviendas protegidas se adecue a las nuevas necesidades de la sociedad y, además de las viviendas familiares, se ofrezcan otras unidades.

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