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Tribuna:PRESENCIA HISPANA EN NORTEAMÉRICA
Tribuna
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Similitud de España

Decía Bernal Díaz del Castillo, natural de Medina del Campo, refiriéndose a la ciudad de México, que vista desde las alturas cercanas le recordaba Valladolid. Se pensará lo que se quiera de los efectos conjugados de la fatiga y la nostalgia en la mente alucinada de los conquistadores. Cuatro siglos más tarde, mientras el avión tomaba tierra en la noche, la ciudad de Los Ángeles me recordaba a mí el cuadrilátero radiante de un juego electrónico en los sótanos de Lope de Vega, y también, pero esto no sabría expresarlo de forma racional, la puntuación nocturna y luminosa de la ciudad de Burgos contemplada desde lo alto del castillo. Viajamos con un equipaje de referencias infantiles. Era unos años después de que Bob Dylan popularizara aquella canción, Spanish boots, y con botas españolas de Valverde del Camino pensaba yo recorrer los territorios al norte del río Grande y la sierra Rumorosa.Uno encuentra referencias insospechadas en los nombres y en las gentes. De Soto es una marca de automóviles de considerable longitud, y al mismo tiempo el apellido de aquel extremeño cuyo cadáver yace, en féretro de plomo, en el légamo profundo del río Misisipí, que él mismo descubrió. Mojave es un secarral similar a los Monegros. Es obligado, sin embargo, reconocer que Silicon Valley no se parece en nada a la ciudad de Zaragoza. Se puede vivir en California sin hablar una palabra de inglés. Me dirá usted que lo mismo sucede, por ejemplo, en Polonia, pero yo le aseguro, si es usted español, que se sentirá mucho más a gusto en San Diego que en Cracovia. San Diego tiene una base militar en sus cercanías, como Madrid, pero no sólo a ello es debida esa familiaridad. Los azulejos de los bares los ha exportado Mensaque y Rodríguez, de Sevilla, y un grupo de rock tex-mex, polvoriento, pueblerino, pero de mucha fuerza, ha puesto de moda un tema deliciosamente bilingüe: Cheek to cheek, Chiquitita.

En Playas de Tijuana vivía Consuelo, vizcaína de Ermua. Recogía en la costa percebes del tamaño de un sexo masculino en estado de reposo, bastos y vagamente repugnantes. Los cocía durante horas en la olla de presión, y luego nos invitaba con los pelotaris del frontón a banquetes que algo tenían de antropofágico o de rito de la virilidad.

Lejos ya de la década paranoica de los estupefacientes, mi bebida preferida al sur de la línea Mason-Dixon, que separaba yanquis de confederados, es el southern comfort una mezcla, a lo que se deduce del sabor, de bourbon y caldo de manzana, por lo que me figuro sea invento de algún asturiano. Esos Estados, de Florida a California, que recorren los Reyes de España, pertenecieron a la Corona española. Puede uno seguir el rastro del idioma y de la topografía sobre las huellas mismas de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, el progreso o la miseria expresada en castellano, la humildad del desierto o la arrogancia de Dallas en el sonido de la propia lengua. Hay muchas tumbas nuestras en todas esas rutas. A ese musgo melancólico que cuelga de los grandes árboles en los marjales lo llaman spanish moss. Ése es el consuelo que queda a las naciones que fueron un imperio, musgo antiguo, para que podamos sentirnos a gusto en esos lugares, y alimentar el deseo de al año siguiente retomar.

Manuel de Lope escritor español, autor de las novelas El otoño del siglo y Jardines de África, ha vivido en la ruta hispana de Estados Unidos, sobre la que prepara un libro.

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