El problema con los hijos de los políticos

Sanjay Gandhi fue tal vez el ejemplo más claro de hijo de un político indio. El hermano más joven de Rajiv Gandhi se comportaba con la arrogancia de un príncipe de la dinastía mogol. Su madre, Indira Gandhi, era la primera ministra de la India y ese manto de poder y privilegio le protegía. Los políticos de la India sufren de una amnesia terrible: olvidan rápidamente al electorado una vez llegan al poder. Las hazañas de Sanjay le costaron una elección a Indira. Hoy la India está gobernada por el hijo mayor de Indira, Rajiv, y a pesar de sus defectos no es otro Sanjay. Las únicas cualificaciones de Rajiv para el trabajo de primer ministro de la India son sus genes. Un ministro y su hijo están virtualmente por encima de la ley. Pero el hijo que tiene el poder sin la responsabilidad del oficio es algo monstruoso, como Sanjay Gandhi. Los indios han llegado a adquirir un cierto cinismo ante los abusos de los hijos de los políticos.En la India no se puede llevar nada a cabo sin poder e influencia. El joven inteligente y de valía, si es pobre, sigue siendo pobre; el tonto, y el torpe, si su padre tiene influencia, puede llegar muy alto. Todo comienza dentro de la familia, en donde un niño, especialmente si es varón, es terriblemente mimado. Protegemos y consentimos a nuestros hijos mientras crecen hasta que llega el momento en que hacen lo que quieren.

27 de septiembre