Una nube de polvo y calor
La calima sahariana que invade las islas Canarias produce depresiones y otros trastornos psíquicos
Las olas de calor sahariano que padecen las islas Canarias en determinadas épocas del año, y que constituyen uno de los rasgos más peculiares de su clima, provocan un aumento considerable del número de urgencias hospitalarias en enfermos psiquiátricos y aumentan las tentativas de suicidio, según se pone de manifiesto en una investigación realizada en Tenerife por el doctor Jesús San Gil, médico especialista en psiquiatría y meteorólogo.
Las elevadas temperaturas y los vientos calientes y secos, acompañados normalmente de calima (polvo en suspensión), que caracterizan dicho fenómeno, causan profundas alteraciones en la conducta de la población.El archipiélago canario acaba de soportar una de las más prolongadas olas de calor que sé recuerda. La sensibilidad al tiempo, denominada meteoro tropismo, no tiene efectos exclusivamente psíquicos, sino también fisiológicos, que se explican mediante las leyes de la psicoquímica y la biofísica. Uno de los hechos que ilustra este aspecto claramente es la reciente tragedia ocurrida en Grecia, en la que una fuerte ola de calor ocasionó centenares de muertes. El estudio realizado por el citado autor en el hospital General y Clínico de Tenerife se inscribe dentro de la biometeorología médica, que se ocupa de la influencia del medio aéreo en el comportamiento somático y psíquico del ser humano.
El tiempo y sus variaciones determinan cambios en los enfermos psiquiátricos, y ello se traduce en el elevado número de urgencias hospitalarias registradas por tal motivo. Además de la temperatura y la velocidad del viento, otros factores como la humedad, insolación, inestabilidad atmosférica y presión barométrica tienen relación con los diagnósticos de síndrome depresivo, psicosis aguda o agitación psicomotriz.
La investigación, que fue realizada a lo largo de un año y permanece inédita, revela que en los servicios de urgencia de los centros sanitarios se observan rachas de ciertos cuadros clínicos dependiendo del estado del tiempo, lo que explica la naturaleza de evidentes modificaciones en la actitud de los pacientes psiquiátricos. El autor del trabajo afirma que la racha no es debida al azar, sino que, es el resultado de una interacción entre el medio ambiente y los seres vivos.
San Gil se introduce en un campo poco explorado dentro de la biometeorología médica cuando repara en los efectos que producen los diferentes tipos de tiempo e incluso en los que originan cada una de las variables meteorológicas. Esto permite un conocimiento más pormenorizado de la relación tiempo-enfermo respecto a la mayor parte de las publicaciones sobre el tema, cuyo ángulo de visión suele ser la estacionalidad (diferentes frecuencias de presentación de cuadros clínicos según distintas épocas del año).
Variables
Ninguna de las variables psiquiátricas abordadas en Tenerife, según precisa, muestra incidencia estacional estadísticamente significativa, excepto la patología aguda por toxicodependencia, que adquiere su máxima repercusión en primavera. En su opinión, una posible coincidencia de la investigación con la entrada de un alijo inusual de estupefacientes que estimulara el consumo aclararía este extremo. No obstante, en estudios realizados en otras zonas se descubre también un máximo de ingestión de drogas en primavera.Al margen del condicionamiento meteorológico de los desequilibrios analizados, las personas afectadas muestran una curiosa tendencia a acudir al servicio de urgencia, especialmente los días de tiempo agradable y, salvo casos inaplazables, en días laborales, evitandos fines de semana y festivos. El mayor número de urgencias se alcanza en las épocas en que llegan a las islas masas de aire caliente y seco provenientes del Sáhara. Según se ha comprobado, esta clase de variaciones atmosféricas tiene consecuencias directas en los seres humanos de tipo somático y psíquico. La antigua civilización griega levantó un templo a los vientos en Atenas para testimoniar el poder de los aires sobre los hombres.
Las características particulares del clima del archipiélago, conocido por el estereotipo de la eterna primavera, han servido de ayuda al autor de este estudio para diseñar una metodología novedosa en trabajos de biometeorología médica o meteoropatología psiquiátrica. En Canarias predominan las temperaturas suaves durante la mayor parte de¡ año (alrededor de 250 días) debido a la presencia de vientos alisios, y únicamente en períodos cortos se producen olas de calor sahariano (bautizadas popularmente como tiempo sur) y borrascas atlánticas del norte, con vientos frescos húmedos. El paso drástico de una situación a otra permite descubrir con facilidad sus repercusiones en los pacientes.
Día natural
En la presente investigación fue aplicado como intervalo de muestreo el día natural (uno de los defectos metodológicos más comunes es, según el autor, obtener conclusiones a partir de medias mensuales, trimestrales e incluso estacionales). La medición de las variables meteorológicas fue efectuada en tres estaciones: presión barométrica, temperaturas, humedad relativa, precipitaciones, insolación, nubosidad y meteoros (rayos, calima, etcétera) en el Observatorio del Centro Meteorológico y Zonal de Santa Cruz de Tenerife, y el viento en los aeropuertos Reina Sofía (sur de la isla) y Los Rodeos (norte).Las variables médicas analizadas fueron las mismas urgencias psiquiátricas diagnosticadas por los especialistas de guardia, y se refieren a estos síndromes: ansiedad, depresión, patología aguda por toxicodependencia, patología aguda por alcoholismo, psicosis aguda, tentativa de suicidio, agitación psicomotriz y manía aguda. El trabajo fue dirigido por el jefe del departamento de Psiquiatría de la universidad de La Laguna, catedrático José Luis González de Rivera, y el profesor titular de Biofísica del departamento de Fisiología, Julián González y González.
Las personalidades depresivas son sensibles a los tiempos desapacibles y a los vientos fuertemente ionizados. Respecto a uno de los temas que ha inspirado buena parte de la literatura científica, el suicidio, se advierte en esta área geográfica, la isla, una fuerte correlación con la temperatura durante las olas de calor. Algo similar ocurre con el síndrome de agitación psicomotriz. La ansiedad, sobre la que existe una escasa bibliografía, experimenta el mayor número de urgencias también durante las olas de calor. Los casos de psicosis aguda parecen estar sometidos al binomio viento-temperatura. El estudio refleja, por otra parte, que las depresiones suelen ser motivo de asistencia hospitalaria los tres primeros días de la semana, y las psicosis agudas, los lunes y jueves.
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