El Ejército se hace con el poder en el 'homeland' surafricano de Transkei
Las fuerzas armadas de Transkei, homeland que únicamente es reconocido como Estado independiente por Suráfrica, detuvieron ayer a 9 de los 19 ministros del Gobierno y se hicieron con el control del país después de que el primer ministro, George Matanzima, huyera ante las denuncias presentadas contra él de corrupción, según informaciones provenientes de Umtata, capital de Transkei, difundidas por las emisoras surafricanas.
George Matanzima, que también ostenta los cargos de ministro de Defensa, Policía y del Servicio Público, debía enfrentarse a una investigación sobre el cobro de supuestas comisiones en la contratación de obras públicas, cuya cuantía asciende a un millón de rands (620 millones de pesetas). Se cree que el dirigente está en Suráfrica. Por el contrario, el ministro de Exteriores de Suráfrica, Roelof Pik Botha, ha desmentido que haya habido golpe de Estado alguno.Al parecer, el golpe militar, ocurrido en la noche del miércoles, consistió en rodear las casas de algunos de los ministros, que hasta el momento continúan en detención domiciliario, y obligarles a firmar su dimisión. Entre los miembros del Gabinete detenidos se encuentra el viceprimer ministro y ministro de Agricultura, G. T. Vika. No ha habido noticias de incidentes violentos.
George Matanzima es el hermano menor del líder máximo de la tribu xhosa, el primer dirigente negro surafricano en aceptar la política del Gobierno de Pretoria de independizar los 10 homelands negros, calificada de "vergonzante" por la Organización de las Naciones Unidas, que no ha reconocido a la llamada, desde 1976, República de Transkei.
Tribu xhosa
Transkei, con 2.700.000 habitantes xhosos, está situado al este de Suráfrica, posee una larga franja costera con el Indico y su extensión total es de 41.002 kilómetros cuadrados. Desde que en 1980 se declarara el estado de emergencia, el país ha sido gobernado de forma dictatorial.George Matanzima fue designado primer ministro en 1979, cuando su hermano, Kaiser, con quien mantiene unas relaciones muy conflictivas, abandonó el puesto para que la Asamblea Nacional lo eligiera presidente de la nación, puesto que conservó hasta 1986.
En 1978, Kaiser Matanzima optó por romper relaciones diplomáticas con Pretoria ante la oposición de ese Gobierno a atender sus reivindicaciones territoriales sobre Griqualandia oriental, lo que conmocionó a la nación, que depende totalmente de Suráfrica, pero fueron restablecidas en 1980. Por el momento no existe información alguna sobre si Kaiser Matanzima está vinculado al golpe de Estado.
En junio de 1985, Kaiser Matanzima anunció su intención de retirarse como presidente de Transkei. Desde febrero de 1986, ocupa este cargo Vulindlela Ndamase, elegido por unanimidad en la Asamblea Nacional. Hasta ahora no se sabe si el golpe afectará también al presidente.
Este pequeño país, al que la comunidad internacional ha vuelto la espalda por ser un símbolo de la política de apartheid de Pretoria, ha vivido en los últimos tres años momentos de gran inestabilidad. En agosto de 1984, los estudiantes universitarios se manifestaron en protesta por la exclusión de los negros de las listas a las elecciones parlamentarias de Suráfrica. Deportaciones de académicos, estudiantes detenidos y prohibición de las asociaciones antiapartheid fueron algunas de las consecuencias.
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