Redondo califica la intervención televisiva del presidente del Gobierno de injusta y dura, y Camacho, de vergonzosa
Los dirigentes sindicales reaccionaron ayer entre el estupor y la indignación a las afirmaciones vertidas por Felipe González a través de las pantallas de televisión. González dijo que el Gobierno daba más de lo que reivindicaban las centrales obreras para pensionistas y funcionarios. Nicolás Redondo, secretario general de UGT, calificó sus palabras de "injustas y duras". Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, aseguró que se trataba de una intervención "vergonzosa". El ministro de Economía comunicó ayer por escrito a los interlocutores sociales que aplaza las reuniones hasta que se garanticen resultados positivos.
Nicolás Redondo aseguró ayer en Cuenca que las declaraciones del presidente del Gobierno le habían "sorprendido desagradablemente" y las consideraba "duras e injustas", según informa Clara Acebes. El secretario general de UGT hizo un llamamiento a Felipe González para que el Gobierno no cometa los mismos errores que en 1987, fijando topes salariales, como ahora parece querer hacer con pensionistas y funcionarios.Al enjuiciar las afirmaciones del presidente sobre que la reducción de la presión fiscal suponía un punto más de poder adquisitivo para pensionistas y funcionarios, el dirigente sindical precisó que debería haber sido más riguroso, en primer lugar porque no es lo mismo un punto para pensionistas y funcionarios, y en segundo lugar porque "cuatro millones de pensionistas no se van a ver afectados por la reducción de la fiscalidad, al tener ingresos tan exiguos que no les exige hacer la declaración de la renta".
Redondo dijo que no era verdad que el Gobierno ofreciera más de lo que piden los sindicatos, pero que "en cualquier caso, si es así, que convoque a las partes a negociar". El secretario general de UGT dijo que era intolerable que el Gobierno impusiera techos salariales" y advirtió que sería de su responsabilidad la conflictividad que pudiera derivarse de su actitud.
Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, se pronunció ayer en parecidos términos. El dirigente obrero dijo que la entrevista de Felipe González había sido una "intervención vergonzosa y una lección paternalista de vía estrecha". Camacho dijo que la "realidad prueba que lo que dijo ayer el presidente no es verdad". Tampoco, según el líder de CC OO, "González ha dicho la verdad cuando ha afirmado que se han creado cerca de 800.000 empleos, porque", añadió, "desde agosto de 1986 se han producido 168.000 parados más".
Julián Ariza, secretario de relaciones institucionales de CC OO dijo, por su parte, que las declaraciones de González habían sido "el discurso de las mentiras", tanto al hablar de una inexistente negativa de los sindicatos a negociar, como en lo que se refiere a pensiones y salarios de los funcionarios.
Carta de Economía
Mientras tanto, según informaba Efe, Carlos Solchaga, ministro de Economía, remitía una carta a los interlocutores sociales en la que comunicaba la posibilidad de nuevas negociaciones, siempre que "los contactos permitan garantizar un trabajo productivo". El ministro señala en el escrito que no hay base suficiente de acuerdo sobre "la agenda de temas a tratar". Y que no hay constancia de que los interlocutores vayan a acudir a una reunión para ser informados sobre los Presupuestos del Estado.Solchaga dice que Iamenta no poder explicar el tratamiento que el Gobierno ha dado a salarios de funcionarios y pensiones", que asegura recoge las reivindicaciones sindicales. Y, sin fijar fecha de reunión, reitera que "seguiremos manteniendo nuevos contactos" para celebrar reuniones cuando se garanticen resultados positivos.
Antonio Gutiérrez, secretario de información de CC OO, afirmó que el escrito "demuestra la estrategia de confusión y engaño seguida por el Gobierno", y aseguró que el ministro se contradice con lo que había dicho el día anterior telefónicamente. "El coordinador de la concertación", ironizó Gutiérrez, "desertó cuando tenía que haber estado, y ahora vuelve tarde y mintiendo".
En toda esta polémica ha mediado incluso Miguel Boyer, ex ministro de Economía y Hacienda y hoy presidente del Banco Exterior. Boyer, según informa Joaquím Genís, calificó ayer en Benidorm de "excesivamente críticos" a los sindicatos respecto de la política económica del Gobierno. Miguel Boyer señaló que en esa actitud "no hay buena comprensión" de la política económica socialista y consideró que la falta de concertación social "añade tensión innecesaria en unos momentos en que empezamos a salir claramente de la crisis".
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