Declaraciones de Lee lacocca

La verdad es que yo vendo en todo el mundo más libros que automóviles. Aunque, en realidad, en el último año los números han quedado empatados, ya que he vendido siete millones de libros y siete millones de automóviles. El problema es que en Europa se me conoce por mi libro y no por mis coches. Me gustaría invertir los términos. El problema radica en que en Europa no existe el fanatismo que los utilitarios suscitan en América. Sin embargo, en Estados Unidos la gente se pirra por coches de diseño europeo. El mercado americano se europeiza día a día. Por otro lado, tengo Ia sensacion de que en Europa hay un gran interés por nuestro estilo. El problema radica en que los productos americanos no tienen buena imagen en Europa. Y nosotros somos los únicos culpables. Después de 1945, nos lanzamos a la producción masiva, sin preocuparnos ni de la calidad ni del diseño. Y ahora estamos pagando un precio muy alto por estas deficiencias. Además, no le ofrecimos al mercado europeo el producto que le correspondía, ni nos planteamos el reto de ofrecer calidad. Pero estamos a punto de dar la gran sorpresa. Vamos a volver a ser competitivos. Uno de los mayores problemas con los que nos enfrentamos es que los coches americanos están diseñados para autopistas cuyo límite de velocidad está situado en los 100 kilómetros por hora. ¿Cómo hacer valer ese mismo coche para las autopistas europeas sin límite de velocidad? 19 de septiembre