Brian de Palma y Einsenstein

La película de Brian de Palma cuenta con toda una serie de sorpresas que parecen dirigidas a los amantes del cine. Podría considerarse un filme especialmente dirigido a fanáticos de la pantalla. La película incluye desde escenas de caballería en el más puro estilo del western hasta un homenaje directo al propio Einsenstein y a su obra más conocida El acorazado Potemkin.

En 1925, el director soviético rodó una de las más clásicas secuencias de la historia del cine: la matanza de las escaleras de Odessa. La narración fílmica, todo un modelo de aplicación del montaje: al lenguaje cinematográfico, utilizaba además una serie de recursos dramáticos de apoyo. Quizá el más recordado sea la presencia de un carrito de niño que cae fuera de control por las escaleras.

Brian de Palma remeda en Los intocables la clásica secuencia de Einsenstein en una de las partes centrales de la película. La secuencia, que dura ocho minutos, no figuraba en el guión original de David Mamet, pero De Palma sugirió la posibilidad de incorporarla. La escena que rememora un tiroteo en la Chicago's Union Station es, sin lugar a dudas, uno de los principales atractivos de la película.