Un millar de autocares agravó el tráfico en el inicio del curso escolar
Un total de 1.000 autocares dedicados al transporte escolar salieron ayer a la calle para trasladar a los estudiantes de preescolar y EGB que ayer iniciaron oficialmente el curso. La cifra se incrementará hasta los 1.500 vehículos a principios de octubre. Para entonces en Madrid estarán instaladas 677 paradas escolares. El año pasado estas señales tuvieron muy poca incidencia en la circulación ante el generalizado incumplimiento de los conductores, quizá motivado por la cuantía prevista por la ordenanza, 500 pesetas.
El curso oficial 1987-1988 comenzó ayer en Madrid para un total de 542.000 niños, entre alumnos de prescolar y EGB. Con este motivo, los autocares y microbuses dedicados al transporte escolar, ausentes de las calles de la ciudad durante el verano, volvieron a realizar su actividad ante la protesta de muchos conductores.
Según informaron fuentes municipales, el tráfico ayer se vio bastante afectado no sólo por la presencia de autocares sino también por el aparcamiento en lugar indebido de los vehículos conducidos por los padres de los alumnos. Las zonas más afectadas fueron las de Cuatro Caminos, Argüelles y Salamanca.
El emplazamiento de las 677 paradas escolares existentes se decide a la vista de las rutas que los transportistas tienen la obligación de presentar en el momento de pedir la autorización anual de circulación.
Por lo general, las paradas se han instalado en aquellos puntos donde confluye un mayor número de rutas y se produce una menor interrupción del tráfico. En aquellos casos en que la parada pedida y la señalizada estaban en el mismo tramo de la calle se pedía a los transportistas que variaran sus puntos de detención, petición que, de hecho, no fue atendida el curso pasado por una gran parte de los conductores.
130 sanciones
El número de autorizaciones expedidas fue de 440, y las sanciones impuestas no superaron las 130. Según fuentes consultadas, la razón de este fracaso habría que buscarla en la escasa vigilancia existente para a hacer cumplir la normativa y en las bajas sanciones que fija la ordenanza.En efecto, si bien la ordenanza de transporte escolar impone sanciones de 5.000 a 10.000 pesetas por infracciones como la falta de la preceptiva autorización municipal, el tema de las paradas se regula mediante la Ordenanza de Circulación para la Villa de Madrid. En ella sólo se fija una sanción de 500 pesetas para aquellos que recojan alumnos fuera de las paradas señalizadas.
Este año, y con el fin de paliar en lo posible el problema, los responsables del área de Circulación se reunirán próximamente con los de Policía Municipal.
Del total de alumnos que cursan prescolar y EGB en los 2.064 centros que existen en la región de Madrid, se calcula que entre 70.000 y 80.000 alumnos realizarán en autocares el trayecto entre su casa y el colegio. Estos recorridos tienen en Madrid capital una duración que oscila entre los 40 y los 60 minutos y una longitud media de 11 kilómetros. Eso no impide que algunos trayectos duren hasta dos horas y tengan 35 kilómetros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.