Un vigilante mata a un compañero que le agredio en instalaciones de Tabacalera
El joven Fernando González Alguacil, de 22 años, resultó muerto en la madrugada de ayer a consecuencia del disparo efectuado por el vigilante de la empresa Segur Ibérica José Galván, dentro de las instalaciones que Tabacalera tiene en el número 74 de la calle de Sánchez Pacheco. La víctima también trabajaba en Segur Ibérica y agredió a su compañero con la barra de un toallero, por motivos desconocidos. Los hechos ocurrieron hacia las cinco de la madrugada, cuando el vigilante escuchó un ruido en el patio del almacén.
Según informan fuentes policiales, José Galván, de 26 años, salió del pequeño habitáculo donde se realizan las guardias y descubrió a Fernando González, al que conocía como empleado de la misma empresa de seguridad. Acababa de saltar la verja de cuatro metros de altura. Al parecer, ambos vigilantes estuvieron hablando unos minutos antes, durante una primera visita de Fernando. Tras recriminarle esta acción, contestó que lo había hecho para comprobar lo atento que estaba en su trabajo, y después pidió permiso para ir a un servicio. El vigilante le condujo a los retretes situados en un lateral del patio. Siempre según la versión de José Galván, el recién llegado arrancó la barra metálica de un toallero y la escondió debajo de la cazadora que llevaba puesta.A continuación, Fernando le pidió un vaso de agua, por loque el vigilante de servicio hubo de conducirle hasta el interior de las oficinas de Tabacalera, a unos 30 metros de los servicios mencionados y a 70 de la verja de la entrada.
Una vez dentro, y justo en el vestíbulo situado junto a la caja, José Galván ha declarado que fue agredido en la cabeza por Fernando, quien se sirvió de la barra del toallero. El vigilante cayó al suelo, desde donde realizó dos disparos intimidatorios con su arma. Uno de los impactos de bala atravesó la parte superior de la puerta de cristales que da acceso desde el vestíbulo a las oficinas. Como el agresor continuaba golpeándole, disparó por tercera vez, ahora apuntando contra Fernando González, quien cayó muerto al ser alcanzado en la cabeza, en la región occipital izquierda. El cuerpo quedó extendido junto a la puerta de cristales. Llevaba guantes enlas manos y la barra del toallero aún en la mano. Mientras tanto, el guarda informaba a la policía de lo ocurrido.
Cuatro heridas en la cabeza
Según el relato de empleados de Tabacalera, el vigilante presentaba heridas en la cabeza que sangraban abundantemente, y fue dejando un reguero de sangre por las instalaciones, especialmente en la caseta desde donde llamó por teléfono. Tuvo que ser atendido en el equipo quirúrgico de la calle de Montesa de dos heridas inciso-contusas en el cuero cabelludo y otras dos en la frente.José Galván realizaba en solitario el turno de vigilancia comprendido entre las once de la noche y las siete de la mañana, hora en que llega el portero de esta dependencia de Tabacalera. Apenas llevaba un mes trabajando en este destino.Cuando llegó al lugar de los ]lechos el director del almacén, se encontraba muy nervioso y apenas podía hablar. Solamente repetía: "Lo he matado". La autoridad judicial que tomó declaración a Galván determinó que no fuera detenido, pues había actuado en defensa propia.
La víctima era de complexión fuerte y estatura similar a la del vigilante, alrededor de l'80 metros. Llevaba más de un año trabajando en Segur Ibérica, y, según Luis Valdés, director de esta empresa, "era un chico muy callado y serio", que nunca dio muestras de un carácter conflictivo ni de estar reprimido. "Nunca hubo que llamarle la atención, incluso entró recomendado en la empresa". En estos momentos cumplía sus trabajos de vigilancia en tumo nocturno en unas obras del barrio del Pilar. Ayer tenía su día libre.
Para Manuel Alonso, director de las instalaciones, es muy probable que entrara al recinto con intención de robar, aunque totalmente equivocado, "ya que en ninguna dependencia de Tabacalera hay dinero. Se cobra mediante talones nominativos".
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