El Ayuntamiento ha creado un servicio a domicilio para 'descolgarse' de la heroína

La experiencia acumulada desde hace dos años por el programa de desintoxicación domiciliaria dirigido a los heroinómanos está arrojando resultados positivos, según afirmó Juan Carlos Martínez, médico de uno de los centros piloto, el que el Ayuntamiento ha montado en el barrio de Ventas: "Hasta ahora, después de dos años de experiencia, afirmó Martínez, "ha terminado el tratamiento un 80% de los nacientes de lo empezaron".

Según este método, el toxicómano se compromete, mediante la firma de un contrato, a permanecer ocho días en su casa, metido en la cama y sometido a una medicación que le hace descender la presión arterial y la frecuencia cardiaca, de forma que se sienta mal si intenta levantarse. Con esta medicación, además de reducir el mono (síndrome de abstinencia), se evitan las náuseas, vómitos, diarreas y temblores habituales en situaciones de dependencia intravenosa. El médico acude una vez al día a medicar al paciente y a comprobar su estado general. A esta desintoxicación médica se une un plan integral, que abarca desde la educación sanitaria a la familia hasta la asistencia letrada, porque a veces concurren situaciones legales difíciles, con busca y captura de por medio. Transcurridos los ocho días de atención domiciliaria, que comienza un lunes y termina el martes de la siguiente semana, se concede el alta de desintoxicación. El programa lleva parejo un análisis de la situación del drogodependiente tratando de buscar, más que de ofrecer, alternativas y soluciones. En este sentido, además de aportar abogados para que pongan en orden los papeles del posible delincuente hecho que en ocasiones concurre en el drogodependiente-, se establecen contactos con el Instituto Nacional de Empleo (Inem) para intentar solucionar la situación laboral. "No, parece que el trabajo es la primera piedra de toque que hay que ver, porque de lo que se trata es de dar independencia y la independencia es económica", dice Juan Carlos Martínez, para quien "en definitiva se trata de sustituir la dependencia por la independencia".A quienes consiguen desintoxicarse se le ofrecen curso retribuidos de formación, acogiéndose al Fondo Social de Empleo. Se proyecta también la puesta en marcha de un gimnasio para que después del alta de desintoxicación física exista la posibilidad de continuar con ejercicios de relajación.

También en la atención desintoxicadora se concede especial importancia a la verbalización, al hecho de poder comentar cosas de las que nunca se habla cuando se vive sólo una situación centrada en pillar la droga y en discutir con la familia.

Se trata de explicar con palabras la situación real y psicológica que vive un toxicómano. Además, se están estableciendo contactos con la escuela de fisioterapia para que los alumnos puedan hacer prácticas de medicina social. No todos los pacientes llegan al centro para desintoxicarse. Además del programa de ocho días se puede entrar directamente en el programa de deshabituación, basado en el trabajo y la recuperación física.

Según el doctor Martínez, en síntesis, la mitad de los pacientes aguanta tres meses de tratamiento. Desde este centro asistencial de Ventas se destaca el hecho de la coherencia en la demanda, ya que el 80% de quienes se acogen al contrato de desintoxicación acaba la cura.