La única sombra
Carl Lewls, en declaraciones durante los campeonatos, denunció, aunque sin pruebas, el aumento espectacular del doping entre los participantes. "Se respira un ambiente extraño", dijo, "y es que hay muchos atletas, de todas partes del mundo, que realizan marcas increíbles". Lewis, sin dar nombres, señaló que algunos ganadores lo habían hecho drogados. La sombra del doping, que planea sobre el deporte de elite desde hace años, es el único punto que empaña la atracción de las grandes hazañas atléticas.La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sancionó ayer, con suspensiones que varían entre los tres meses y los dos años, a nueve atletas, ninguno conocido, que dieron positivo en controles previos a los campeonatos. En éstos, entre los cinco controlados por prueba (cuatro primeros y otro por sorteo) no se detectaron más casos.
Pero lo que parece ya innegable es que en la carrera de ayudas a los atletas, donde ganaba claramente el doping hasta hace poco tiempo, los laboratorios clandestinos han buscado un nuevo camino para evitar la intensificación de los controles actuales.
Porque casi todos los organismos deportivos internacionales se han tomado la lucha muy en serio. El fútbol, tan reacio siempre, incluso comienza este año con los torneos europeos de clubes. La Fórmula 1 quizá lo haga en 1988 tras comprobar los cuadros de deshidratación y agotamiento crónicos con que terminan algunos pilotos las carreras y, concretamente, el británico Nigel Mansell.
Pero en deportes donde el doping (con estimulantes o anabolizantes de crecimiento muscular) es más viejo, la novedad no son ya nuevos productos directos, sino otros indirectos, aún no prohibidos, que ocultan a aquéllos en los análisis. En concreto, se trata del Prebenecide y similares.
La IAAF va a pedir explicaciones sobre las acusaciones, no probadas, de Lewis. Pero tanto ella como el COI, aunque ya el próximo año, sin despejar la tupida sombra actual, deberán perseguir también esos teóricos antídotos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.