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La condena impuesta a Rust en la URSS es considerada como un mal menor en la RFA

La condena a cuatro años de trabajos forzados por el Tribunal Supremo de Moscú al joven piloto alemán occidental Mathias Rust por violar el espacio aéreo soviético y aterrizar en la plaza Roja ha sido acogida como un mal menor por la opinión pública de la República Federal de Alemania (RFA).

La inmensa mayoría de los ciudadanos alemanes occidentales considera que el juicio de Moscú ha sido correcto, y está convencida de que el el máximo dirigente soviético Mijail Gorbachov, intervendrá para que Rust no tenga que cumplir toda la pena. Si bien se coincide en que, desde el punto de vista de las democracias occidentales, la sentencia es dura, se considera un hecho insólito en la práctica judicial soviética que el tribunal rebajara a la mitad lapena solicitada por el fiscal y que se desestimara la petición de "régimen de severidad" en su cumplimiento. Existía la certeza de que, de ser juzgado, Rust sería condenado, ya que las implicaciones políticas de su vuelo adquirieron tal gravedad, con la distitución del ministro de Defensa y altos cargos militares, que era impensable que el responsable quedara impune.

Por otra parte, ha quedado claro que la estrategia de Rust de defenderse con elogios a la Unión Soviética como "fuente de paz", y a la que había acudido en "misión de buena voluntad", pudo agradar a la opinión pública, pero no convenció a los jueces. El presidente del tribunal, Robert Tijomirnov, insistió en la sentencia en la suposición, que se ha fortalecido durante el juicio, de que Rust actuó por simple afán de notoriedad y aventurerismo y puso en peligro a centenares de personas.

Fuentes soviéticas en Bonn aludían ayer a las festividades con motivo del 70º aniversario de la revolución bolchevique, el próximo mes de noviembre, como una ocasión ideal para liberar a Rust. El Estado soviético ha demostrado con el juicio que ha tomado muy en serio el hecho y las deficiencias de su sistema defensivo, que éste puso en evidencia, y que ha dejado claro que no tolerará posibles emuladores del "joven insensato" alemán occidental.

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