Polémico derroche de dinero en la precampaña electoral venezolana
El derroche millonario de los gastos electorales en Venezuela ha planteado serias dudas sobre el origen de los recursos que obtienen los aspirantes a la nominación de los partidos Acción Democrática (socialdemócrata) y Copei (democristiano) para la financiación de sus campañas, con vistas a las elecciones de diciembre de 1988.Los precandidatos de los partidos mayoritarios de Venezuela han gastado en 45 días más de 100 millones de bolívares (400 millones de pesetas) sólo en facturas de publicidad y promoción de actos y giras, violando la norma del Consejo Supremo Electoral (CSE), que limita un determinado espacio y centimetraje en los medios de comunicación social.
La lucha entre el ex presidente Carlos Andrés Pérez y el oficialista Octavio Lepage por ganar la candidatura de Acción Democrática en octubre, y, por otro lado, la pugna entre el secretario general de Copei, Eduardo Fernández, y el ex presidente Rafael Caldera por lograr la designación democristiana han saturado al país de propaganda y activismo en franco desacato al máximo organismo electoral.
Otro de los precandidatos de Copei, Pedro Pablo Aguilar, cree que este derroche puede ser el entierro del sistema democrático venezolano, pues pone en juego el Estado de derecho y la pulcritud de los políticos que aspiran a la presidencia.
"El denominador común es el presunto origen delictivo de los muchos millones que se están gastando. Dinero del fisco, de comisiones y provenientes del exterior; es, en todo caso dinero proveniente del delito"'
El ex candidato socialista José Vicente Rangel no duda al afirmar que "la corrupción será el gran mecanismo alimentador de tal derroche, y además el narcotráfico va a jugar un papel decisivo en la subvención de este proceso electoral".
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