Dos lanchas iraníes ametrallan en el Golfo a un petrolero español

Viene de la primera páginaLa guerra de los petroleros se reactivó en el Golfo desde el sábado último, cuando Irak reanudó sus ataques aéreos contra barcos y objetivos civiles iraníes -suspendidos durante seis semanas- con el objeto explícito de presionar a su enemigo a aceptar la resolución 598 de la ONU, que insta a un inmediato alto el fuego.

El lunes, Irán respondió a los bombardeos iraquíes atacando a un buque portacontenedores kuwaití y anunció, poco después, que con ello ponía fin a las represalias, a menos que continuaran los bombardeos de la aviación iraquí.

Irak, desoyendo recomendaciones emitidas por EE UU, el Reino Unido e Italia, mantuvo la presión aérea contra su enemigo y atacó ayer a un barco chipriota y tres iraníes, uno de los cuales fue consumido por las llamas, según confirmaron fuentes independientes en la zona. Al mismo tiempo, un comunicado militar informó en Teherán que un bombardeo iraquí sobre una fábrica en Isfahan, en el oeste del país, causó 20 muertos civiles y numerosos heridos. En represalia, Irán bombardeó objetivos económicos en los puertos iraquíes de Um Qasr y Basora, en el sur.

El presidente del Parlamento iraní, Ali Akbar Hachemi Rafsanjani, por su parte, afirmó ayer que su país está pensando en procurarse "un arma de disuasión", cuyos detalles no especificó, para hacer frente a la "herejía mundial". Una propuesta similar -dotarse de un arma atómica- hizo ayer mismo el líder libio, Muammar el Kaddafi al mundo árabe. El rey Hussein de Jordania, entretanto, sostuvo ayer dos entrevistas con el presidente sirio Afez el Asad en Damasco, en un aparente intento por reconciliar a Siria e Irak antes de una posible cumbre árabe sobre la crisis en el Golfo.

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El ataque contra el superpetrolero español Munguía se produjo alrededor de las 18.00, hora local (cinco de la tarde, hora peninsular española). Un portavoz de Naviera Vizcaína explicó que el capitán del barco, Iñaki Casimiro Lasa, natural de Plencia (Vizcaya), se comunicó por radiofonía poco después del ametrallamiento con la sede social de la compañía en Bilbao para informar sobre el ataque que había sufrido. El petrolero, de 300.000 toneladas, había salido horas antes del puerto saudí de Ras Tanura, donde había cargado crudo y combustible y se encontraba a 110 kilómetros al este del puerto saudí de Jubai Su destino final es Sumatra y Java, en Indonesia y, en el momento del ataque, se encontraba a unas 30 horas del estrecho de Ormuz, a una velocidad de 16 nudos por hora.

El barco está fletado por la refinería vasca Petronor, si bien el cargo se realizaba por cuenta de empresas petroleras indonesias. El director general de Petronor, Santiago Zadulbide, manifestó, por su parte, que la refinería vasca tiene arrendado el petrolero a Naviera Vizcaína desde hace tiempo, pero que, en esta ocasión el flete se realizaba por cuenta de terceros.

Desde que comenzó la guerra entre Irán e Irak en septiembre de 1980, España se ha visto afectada en dos ocasiones por ataques a petroleros. El 26 de diciembre de 1984, fue atacado el superpetrolero Aragón mientras que hace dos meses, fue ametrallado el Santa María, el mayor de la flota mercante española. Ambos ataques fueron atribuidos a los iraníes.