Irán anuncia la pronta liberacion de dos rehenes alemanes en Beirut y ataca un carguero kuwaití
JAVIER VALENZUELA El viceprimer ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamed Lariyani, declaró ayer a EL PAÍS que está muy próxima la liberación de los dos rehenes alemanes occidentales en Líbano, Rudolf Cordes y Alfred Shmidt, secuestrados en enero pasado por grupos integristas islámicos. "No creo que tarde mucho la liberación de estos rehenes. Creemos que somos capaces de persuadir a los captores", dijo Lariyani. Mientras se celebraba la entrevista, dos lanchas rápidas de los pasdaran, guardias revolucionarios iraníes, atacaban un carguero kuwaití en el Golfo, en una modesta represalia por los bombardeos lanzados en los últimos tres días por la aviación iraquí contra instalaciones petroleras iraníes.
El ataque de los pasdaran contra el carguero kuwaití, de 20.000 toneladas, consistió en disparos de ametralladora pesadas y lanzamientos de granadas. Fuentes marítimas de Kuwait informaron que ninguno de los 32 tripulante había sido alcanzado. [Por su parte, las defensas aéreas kuwaitíes dispararon ayer un misil contra un objetivo no identificado que, en realidad, resultó ser un simple efecto óptico provocado por las condiciones meteorológicas, informa .]Los iraníes parecen estar evitando la tentación de hostigar a los grandes petroleros kuwaitíes, escoltados desde el pasado julio por Estados Unidos. Un convoy con dos de esos buques kuwaitíes, con bandera norteamericana y protección de cinco barcos de guerra, continuó ayer sin incidentes su navegación hacia el emirato de los Al Sabah. [Un portavoz militar iraní, citado por la agencia Irna, afirmó anoche que su país ha puesto fin a las represalias contra Irak por los ataques de los últimos días. La fuente aclaró, no obstante, que habrá nuevas respuestas militares si Irak reanuda sus bombardeos contra instalaciones iraníes.]
Irak, por su parte, volvió ayer a repetir el tipo de ataques efectuados el sábado y el domingo contra objetivos petroleros iraníes en el golfo Pérsico, [alcanzando a un petrolero en el estrecho de Orrmuz, según informó la compañía aseguradora Lloyd's en Londres]. Al reanudar la actividad de su aviación, casi paralizada a lo largo de las últimas seis semanas, Bagdad busca dos objetivos confesados y uno implícito. Los primeros son forzar a los iraníes a aceptar el llamamiento al alto el fuego del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y asfixiar la economía de la República Islámica, cuyas exportaciones de crudo se habían beneficiado de la tensa calma vivida en el Golfo en las últimas, semanas. El objetivo implícito de Bagdad es forzar a los iraníes a cumplir sus propias amenazas de adoptar represalias contra los intereses kuwaitíes y saudíes.
Liberación de rehenes
Lariyani es el correcaminos de la diplomacia islámica. Acaba de regresar a Irán, tras entrevistarse en Nueva York con Javier Pérez de Cuéllar, y en Bonn, con Hans Dietrich Genscher. "No creo que se retrase mucho la liberación de los dos rehenes alemanes en Beirut", explica Lariyani. "Creemos que somos capaces de persuadir a los secuestradores y pedimos a Dios éxito en esta tarea", agrega, al tiempo que alaba la paciencia de la que está haciendo gala Genscher.
"Nuestra voluntad es liberar a todos los rehenes, incluidos los norteamericanos y los franceses", afirma, "pero es un favor que hacemos y no podemos efectuarlo bajo presión". Aparte de los secuestrados occidentales, en Beirut hay también cuatro rehenes iraníes, entre ellos el encargado de negocios de la Embajada, "y nadie habla de ellos". En este tema, "a veces actuamos como mediadores y, también a veces, tenemos éxito en nuestras gestiones". Lariyani desvela que en dos ocasiones Irán ha intentado conseguir la liberación de los rehenes norteamericanos, "pero apenas empezamos las gestiones, Estados Unidos lanza una campaña de propaganda acusándonos de terroristas". "Si no quieren que lo hagamos, lo dejamos", advierte.
Con su larga barba, su pipa encendida y su pasión por la argumentación lógica, el viceministro parece un izquierdista occidental de los años sesenta.
El diplomático criticó la estrategia desarrollada por Irak que "intenta ampliar el conflicto más allá de sus fronteras con Kuwait, para internacionalizarlo y conseguir la intervención de las grandes potencias". "Irak acepta sólo de palabra el llamamiento al alto el fuego del Consejo de Seguridad. Lo están demostrando con sus ataques aéreos", afirmó Lariyani.
El número dos de la diplomacia iraní señaló que "si la resolución 598 de la ONU va a conducir a la paz, Irán hará todo lo posible por materializarla". "Pero no estamos interesados en el texto, que no es revelación divina, sino en el proceso que pueda abrir. El problema no es si aceptamos o rechazamos la resolución. Nuestra postura es más seria que aceptarla de palabra y al mismo tiempo hacer lo contrario".
Más información en la página 43
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