Suspensión injustificada en Las Ventas

La novillada que estaba anunciada ayer en Las Ventas fue suspendida sin causa real que lo justifique. La empresa comunicó por la mañana que suspendía el festejo, con permiso de la autoridad, por el mal estado del ruedo. No es la primera vez que lo hace, en días de sol, cuando ha vendido pocas localidades.El supuesto "mal estado del ruedo" sería consecuencia de la lluvia que cayó en Madrid a primeras horas de la mañana. Pero, además de que no fue particularmente intensa, corresponde a la empresa proteger el ruedo, como hace durante la feria de San Isidro, cuando tiene vendidas todas las localidades. Muchas tardes de feria el público se ha visto obligado a soportar lluvias torrenciales, sin que la autoridad suspendiera el espectáculo. A mediodía de ayer -cuando debió efectuarse el apartado de las reses- no llovía en Madrid e iba despuntando el sol que, a la hora señalada para comienzo del festejo -seis y media de la tarde- era espléndido. Numerosos aficionados se encontraban entonces ante la plaza, y manifestaban su estupor y su indignación por una suspensión que era, evidentemente, injustificada.

En esa suspensión tiene responsabilidad máxima el presidente de la corrida; un funcionario del Cuerpo Superior de Policía, que representa a la Delegada del Gobierno. No es de incumbencia del presidente que se hubieran vendido muchas o pocas localidades, y unicamente podía autorizar la suspensión del espectáculo si, efectivamente, el ruedo estaba impracticable y era imposible acondicionarlo para la hora de comienzo del espectáculo. Y estas circunstancias no se daban ayer. En San Isidro, nunca se suspende una corrida por lluvia antes de las siete de la tarde, aunque haya caído en tromba durante todo el día. El público que acudió por la tarde a la plaza para asistir a la novillada, se preguntaba quién le defiende de los atropellos, quién exige responsabilidades al presidente y qué motivos, hay para que la Comunidad de Madrid, propietaria del coso, permita a la empresa gestionaria del mismo actuar con una arbitrariedad que lesiona los intereses de los aficionados y el prestigio del coso.

La fórmula de explotación de Las Ventas es una "gestión interesada", que comparten Madrid Toros SA y la Comunidad; es decir, una empresa privada y un ente público. Pero, en realidad, sirve para que la parte privada negocie en su provecho, mientras la parte pública aporta un local de enorme valor histórico 3, económico, comparte unas pérdidas y ganancias que no gestiona, y permitiendo que el consocio actúe a su libre albedrío, incurre en grave dejación de funciones.