Punto muerto en las negociaciones para que los amotinados en Elba liberen a sus 21 rehenes
El motín que desde hace cinco días mantiene secuestradas a 21 personas en la cárcel de Porto Azzurro, en la isla italiana de Elba, se encuentra en un punto muerto al no haber progresado en absoluto las negociaciones entre los seis prisioneros armados y las autoridades. Las familias de los rehenes persisten en su campaña para que se ceda a la principal reivindicación de los amotinados, la concesión de un helicóptero, mediante la recogida de firmas y una manifestación llevada a cabo en Porto Azzurro.
En la noche del jueves al viernes, 1.000 personas se manifestaron ante el Ayuntamiento de Porto Azzurro para apoyar a las familias de los 21 rehenes que los amotinados, encabezados por el fascista Mario Tuti, mantienen en la enfermería de la cárcel. En sus pancartas y consignas solicitaban la concesión del helicóptero de ocho plazas que los seis prisioneros piden para abandonar la isla junto a dos de los rehenes.
Estos dos rehenes serían, por un lado, el director de la prisión, Cosimo Giordano; y por otro, aunque este supuesto no está confirmado, Rosela Giazzi, asistenta social, que es la única mujer que se encuentra entre los cautivos.
La madre del neofascista cabecilla del motín, una anciana de 73 años, hizo un dramático llamamiento a través de las pantallas italianas a su hijo, que dispone de un televisor en la cárcel: "Hola Mario, soy mamá; en realidad no sé qué decir, pero por favor sé bueno".
Los negociadores, por su parte, continúan negándose a ceder ante los amotinados e insisten en la liberación de Rosela Giazzi, de 29 años, que sufrió ayer una indisposición. Los signos de fatiga comenzaron a aflorar, en general, entre los demás rehenes.
Reunión de firmas
Las familias lograron ayer por la mañana reunir un total de 500 firmas -una cifra bastante alta conseguida entre una población de 2.500 personas y en medio de una terrible tormenta- para insistir ante las autoridades y los negociadores en la concesión del polémico helicóptero. Algunos turistas curiosos también se sumaron a la campaña. El jueves por la tarde los amotinados solicitaron y consiguieron un paquete de víveres para abastecer a las 36 personas que continúan encerradas: los seis prisioneros, los 21 rehenes, los dos encarcelados que se negaron a continuar el motín y los siete enfermos ingresados en la enfermería. También se les ha proporcionado una botella de vino, que los amotinados se han negado a beber para no perder el equilibrio en el cuarto día de encierro. Mario Tuti, el cabezilla de la rebelión, está condenado a perpetuidad por su implicación en 15 asesinatos.
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