Felipe González acepta el diálogo para que ETA deje las armas
El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer en Latche, localidad situada en la región francesa de Las Landas, donde se entrevistó con el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, su disposición a la búsqueda de un diálogo capaz de lograr que ETA abandone su actividad terrorista. González puso especial énfasis en aclarar que dicho diálogo excluye una negociación política. En la conferencia de prensa que González y Mitterrand ofrecieron tras el almuerzo que siguió a su entrevista, el presidente francés rechazó la responsabilidad de las autoridades de París en la supuesta permanencia de la dirección de ETA en territorio francés.
En las mismas horas en que se desarrollaba el encuentro, un gendarme francés moría y otro resultaba herido en un control policial en las mismas Landas, abatido por los disparos realizados por un automovilista que podría ser Philippe Bidart, al que se considera el máximo responsable de Iparretarrak (Los del Norte), el grupo independentista armado del País Vasco francés.En la mencionada conferencia de prensa, Felipe González no respondió a la pregunta de si el Gobierno tiene indicios o constancia de que ETA quiera iniciar una vía de diálogo que conduzca a su definitivo abandono de las armas. "Excluida la hipótesis de la negociación política", matizó, "si se encuentra a través de otros procedimientos el diálogo que permita acelerar el fin del terrorismo, de acuerdo".
François Mitterrand eludió sistemáticamente responsabilidades de las autoridades de París en la persistencia de un santuario de dirigentes de ETA en territorio francés, cuya existencia puso en duda. Para el presidente francés, en la hipótesis de que la dirección de la organización terrorista vasca permanezca todavía en Francia, no es por consentimiento de las autoridades policiales, sino por la habilidad de los terroristas.
El presidente de la República Francesa se negó a aceptar que falte todavía un paso más en la política de expulsiones practicada actualmente por Francia. Hasta ahora son 83 los refugiados vascos entregados a la policía española.
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