La Liga Arabe hará una dura advertencia a Irán
Los ministros de Exteriores de la Liga Árabe, reunidos desde el domingo en Túnez, han llegado a un principio de acuerdo en el que se lanza "una severa y enérgica advertencia" a Irán para que ponga fin a su campaña de hostilidades en el golfo Pérsico y siga las recomendaciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que pide el alto el fuego en su conflicto con Irak. De acuerdo con su respuesta, se decidirá si se produce o no una ruptura de relaciones diplomáticas en cadena, acción que llevaría parejas sanciones de tipo económico y probablemente una acción coordinada en materia de defensa.Ésta es la impresión recogida en la noche de ayer en los pasillos del hotel Hilton de Túnez, donde continuaban las discusiones, a puerta cerrada, del Consejo extraordinario de ministros de Asuntos Exteriores de la Liga Árabe. Una comisión formada por seis países -Kuwait, Argelia, Sudán, Irak, Yemen del Norte y Túnez- redactó, después de la segunda jornada de trabajo. Otros puntos que se estaban analizando anoche eran la posibilidad de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte sanciones contra las partes que vulneren su resolución de alto el fuego, el apoyo incondicional a Kuwait y Arabia Saudí ante los incidentes del golfo Pérsico, y la necesidad de que se celebre una cumbre árabe.
Pese a que los trabajos de los ministros de Asuntos Exteriores se han mantenido en el más estricto secreto, se ha podido saber que Arabia Saudí y Túnez, países que recientemente se han tenido que enfrentar a la violencia integrista dentro de sus fronteras, han desplegado un importante esfuerzo por conseguir de los 22 miembros representados en la Liga una voluntad unánime de rechazo contra lo que consideran la intrasigencia iraní y su intención de sembrar la discordia en el mundo árabe.
Comisión moderada
Observadores de la zona consideran de especial significación que la comisión encargada de redactar la conclusiones del encuentro la integren mayoritariamente países moderados y sobre los que suele ejercer cierta influencia Arabia Saudí.
Junto a estos países han trabajado en la comisión el presidente de la sesión y ministro de Exteriores saudí, príncipe Saud al Faisal, y el secretario general de la Liga, el tunecino Chadli Klibi.
Argelia, representada en Túnez por su ministro de la Salud, Yamel Huhu, es el único país de dicha comisión que mantiene excelentes relaciones con Irán, pero también con Arabia Saudí, como lo demuestran las dos visitas que en menos de un año ha realizado a Argel el rey Fahd de Arabia Saudía, al que en ese país se le considera también guardián de los santos lugares. El representante argelino hizo hincapié en la normalidad de relaciones de su país con los regímenes de Bagdag y de Teherán y abogó por una mediación de Argel en el enfrentamiento que ambos mantienen.
Siria, por su parte, ha expresado su conformidad con la resolución 528 de Naciones Unidas, en la que se insta a un alto el fuego inmediato y que ha sido aceptada Bagdag, pero que ha sido recibida con reticencias por Irán.
[Por su parte, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Alí Akbar Velayati, ha declarado que confía en que Siria no ceda a las presiones y no abandone su apoyo a Irán en el conflicto del Golfo, informa la agencia France Presse.]
En el clima de las reuniones ha estado presente en todo momento los sangrientos sucesos de La Meca, donde el pasado 31 de junio murieron centenares de peregrinos iraníes, y la irritación saudí ha quedado demostrada por las declaraciones severas efectuadas por su representante, el príncipe Saud al Faisal.
La reunión hasta el momento ha reflejado una posición de dureza por parte de la mayoría de los países árabes frente al régimen de Teherán.
Un país que generalmente no suele adoptar posiciones llamativas, como es el caso de Somalia, ha sido precisamente el que, por mediación de su ministro de Asuntos Exteriores, Abderramán Barre ha animado a los asistentes a aplicar el tratado de defensa árabe, que advierte que cualquier agresión contra un país árabe será considerada contra todos los países que integran la comunidad.
Barre acusó a Irán de llevar a cabo una "acción destructiva" y justificó su petición como en una forma de hacer frente a las amenazas iraníes en la región del Golfo.
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