¿'Metro'? No, gracias
Tener que quedarse en el lugar habitual de residencia sin vacaciones es fastidioso: nadie puede negarlo. Pero si da la casualidad que ese lugar es Madrid, mes de agosto, y encima tienes que acudir al trabajo en un medio de transporte público puede ser desastroso, denigrante y sobre todo desesperante.Quiero protestar por el funcionamiento de los servicios del Metro (que tan magnífica imagen presenta en su publicidad).
No es suficiente conque se reduzca el número de vagones, lo que hace a ciertas horas que vayamos como piojos en costura, comiéndonos unos a otros el sudor; que, encima, como llegues al andén y se acabe de ir uno, ya se encargarán de hacerte esperar un buen rato. Claro que si llega y arranca, bien. Pero parece que le han cogido gusto a tardar en salir o a pararse a lo largo de un recorrido (día 13 de agosto), Avenida de América-Legazpi, hizo tres paradas, deteniéndose un mínimo de cinco minutos en cada una de ellas).
La falta de ventilación hace agobiante el transporte a cualquier hora, una sauna continua para estos veranos tan cálidos. Por si fuera poco, no se molestan ni en abrir las puertas en su momento, así es más emocionante, claro.
P. D. Compañía Metropolitana: Ya te vale las 50 pelas por sudar, y llegar tarde. Creo que aunque sea agosto tenemos derecho a un transporte digno, somos personas, no animalicos.-
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