Requisa carcelaria

Ante la carta que el pasado 6 de agosto de 1987 firmaba el ex director de la prisión de Alcalá-Meco es preciso matizar que, en lo referente a mi denuncia de que cual Torquemada con hereje, se me habían retirado los libros de estudio que tenía en la celda, no ha presentado prueba alguna de que tal requisa no fuese realizada, y se le olvida citar la providencia del 28 de mayo de 1987 del señor Merelo Palau, magistrado juez del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2, en la que dice que "se le facilite al interesado relación de los que siendo de su propiedad le fueron retirados" y "que se le permita consultarlos", instando al entonces director de esta prisión a poner fin a una situación vergonzante.La cita que presenta como aval exculpatorio pertenece a un contencioso diferente al atribuido por el señor Martínez Cadarso, contencioso que casualmente da por realizada la requisa y trata de la volatilización de 15 volúmenes. Él sabe perfectamente que el meollo del asunto está en la resolución final del expediente 245/1987, aún sin resolución firme. Decir que su no procesamiento es producto de su inocencia es una lectura de la causalidad que no imposibilita otras lecturas aparentemente menos lógicas.

Para terminar, decir que no es de extrañar tanto olvido y malinterpretación cuando no se es capaz de diferenciar un supuesto militante de ETA de un militante sindicalista, convicto y confeso, encuadrado en el Movimiento Libertario Ibérico, como lo es el firmante.-

Prisión de Alcalá-Meco. Zona de aislamiento.