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Tal como era

Diego A. Manrique

El ansia de conocer intimidades de Elvis ha generado una curiosa industria editorial. Son docenas los libros escritos por personas que estuvieron en contacto con el cantante y que han vendido sus recuerdos, a los que dan forma literia redactores anónimos. La popularidad de éstos volúmenes, habitualmente publicados únicamente en Estados Unidos, da idea del deseo de saber cómo era el rey fuera del escenario. Elvis: ¿qué ocurrió?, basado en los cotilleos de tres desairados compinches, se adelantó en días a su muerte; la cadena de almacenes K-Mard compró dos millones de copias al saberse la noticia, lo que se considera el mayor pedido de libros de la historia. Ni siquiera las memorias de su esposa Priscilla Beaulieu, tuvieron esa difusión. La mayor parte de estos libros son apologéticos: pretenden demostrar su bondad infinita y que su prematura muerte fue una sorpresa.

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Entre las principales curiosidades está Yo le llamaba nene, por la enfermera que le atendía en sus dos últimos años, o Las puertas de Graceland, por el responsable de vigilar la entrada de su residencia. Otros son más agresivos en su defensa, como se advierte en títulos del tipo Retrato de un amigo, ¿por qué no te dejan en paz? o Te queríamos tiernamente. Ni siquiera es preciso haberle conocido en vida: un espiritista ha editado una colección de pintorescos mensajes enviados por Elvis desde el otro mundo.

La novedad más caliente de la temporada es ¿Estás sola esta noche?, donde una tal Lucy de Barbin asegura que fue su amante secreta durante 20 años, concibiendo una hija de cuya existencia ni el propio Elvis llegó a enterarse. A pesar de lo improbable del relato, ya ha sido adquirido por una productora que lo transformará en una miniserie televisiva.

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