Temor de recesión generalizada de la economía mundial, según un estudio de la ONU

La presencia simultánea de sólo algunas de las actuales influencias negativas latentes en la economía mundial podría fácilmente provocar una recesión generalizada, asegura el Estudio Económico Mundial 1987, publicado recientemente en Nueva York por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Internacionales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El estudio identifica entre tales influencias negativas a la incerticlumbre sobre los tipos de cambio, los tipos de interés, los precios de las principales materias primas, el desempleo, muy elevado en los países desarrollados, y el problema de la deuda externa de los países subdesarrollados, cuya solución parece lejana. Todo ello se ha traducido en que la economía mundial, dentro de una tendencia débil y frágil, ha adoptado una trayectoria de crecimiento lento.Con un tono moderadamente pesimista, el estudio anual -que la ONU publica desde 1947- afirma que la economía mundial es "extremadamente vulnerable a nuevos reveses" y prevé que no es inminente un desenlace de los principales desequilibrios, aunque "es muy posible que antes de 1990 se produzcan cambios espectaculares". En este sentido, agrega, "la economía mundial surca mares inexplorados".

Crecimiento insuficiente

En sus 338 páginas, el estudio analiza el panorama global y hace proyecciones a futuro. El crecimiento económico mundial fue del 3% en 1986 -lo que por persona significó un incremento de 1,5%- y aumentará en un 3,5% en el bienio 1987-88, estima la ONU.La perspectiva para los países desarrollados es que su PIB aumente en conjunto en un 3,5%. entre 1987 y 1988, y el ingreso per cápita un 2%, porcentajes que no son "un motivo de satisfacción". Este ritmo resulta "insuficiente para reactivar el comercio mundial, atenuar la carga de la deuda, reducir el desempleo e impulsar una reducción decisiva de los desequilibrios comerciales entre los países industriales".

La "fragilidad" de la economía mundial, dice el informe, queda de manifiesto por tres factores: el poco espacio de maniobra que tiene EE UU, la inestabilidad de los mercados de bienes Y servicios -entre ellos, el del petróleo- y el desempleo en los países ricos, que afecta a 29 millones de personas y que casi se ha triplicado entre 15,70 y 1986.