Washington envía a Carlucci a Europa para recabar apoyo de sus aliados
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, ha enviado a Europa a su consejero de Seguridad Nacional, Frank Carlucci, con objeto de recabar de sus aliados apoyo a su política en el golfo Pérsico. Carlucci se entrevistó el lunes por la noche con la primera ministra británica, Margaret Thatcher, y llegó ayer a París, donde mantendrá conversaciones con los dirigentes franceses. El consejero presidencial visitará también Bonn y La Haya.Los Gobiernos europeos siguen con cautela los acontecimientos en el golfo Pérsico y han recibido con alivio la feliz salida de aquellas aguas, antes del comienzo de las maniobras militares iranés Martirio, del convoy norteamericano que escolta al mercante kuwaití Gas Prince.
Carlucci se entrevistó el lunes por la noche con Thatcher, a la que hizo patente el contratiempo que para Washington ha supuesto la negativa de la primera ministra británica a apoyar con dragaminas las operaciones navales norteamericanas en el Golfo. Thatcher le replicó que su decisión puede ser revocada a la luz de futuros acontecimientos.
El Ministerio de Defensa británico analiza diariamente la situación y mantiene sus operaciones rutinarias de patrulla en la zona del Golfo, donde tiene destacada una flota de tres navíos.
La actitud francesa
La advertencia de Teherán de que barcos y aviones se mantengan fuera de las aguas territoriales y el espacio aéreo iraníes durante los tres días que van a durar las maniobras no ha sido recibida como una advertencia directa por Londres. "No nos afecta", dijo ayer un portavoz del Foreign Office, "porque nuestros barcos, que realizan labores de escolta de buques británicos, no penetran en esas aguas".
[Carlucci también fue recibido a última hora de ayer por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Bernard Raimond, informa France Presse.] Francia ha movilizado una fuerza naval, que surca el Mediterráneo oriental. El primer ministro, Jacques Chirac, ha manifestado que "si la simple disuasión no basta, puede convertirse en una intervención".
Al contrario que Francia -que el 17 de julio rompió relaciones con Teherán a causa de la guerra de las embajadas-, la República Federal de Alemania pasa por ser uno de los países europeos con mejores relaciones con Irán. El Gobierno de Helmut Kohl va a considerar a finales de semana su actitud ante los acontecimientos. Por ahora se ha abstenido de hacer manifestaciones siquiera equiparables a las del italiano, dispuesto a "adoptar la iniciativa que se determine" de mutuo acuerdo con los aliados.
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