Bombas rodantes
En época estival, los accidentes de tráfico aumentan considerablemente. Por eso es conveniente recordar una vez más que la ingestión de alcohol es la causa más importante en este tipo de sucesos. En una reciente estadística elaborada en Estados Unidos se comprobó que en el 50% de los accidentes de tráfico, incluidos los sufridos por los peatones, había alcohol de por medio.Diferentes estudios demuestran que entre el 77 y el 10% de la población española es enferma alcohólica. A esto hay que añadir la ingente cantidad de personas que toman alcohol de una forma social y después conducen un automóvil.
Todo esto nos puede dar una idea del impresionante número de bombas rodantes que circulan por nuestras carreteras.
Se ha calculado que las incitaciones directas a beber alcohol son aproximadamente 4.000 al año. Las indirectas -cine, espectáculos, etcétera- son muchas más. ¿Pero cuántas incitaciones a no beber tiene el español? Veamos: los anuncios de Stevie Wonder, las poco efectivas sanciones de tráfico, los comentarios esporádicos en algún medio de comunicación... En definitiva, muy escasas.
¿Qué puede hacerse ante esto? Lo primero, dar una información exhaustiva a nivel general de los efectos perjudiciales del alcohol: qué es lo que ocurre, por ejemplo, cuando tomamos una simple copa de brandy y cogemos el mando de un vehículo. Una medida adecuada sería la introducción en el examen teórico del carné de conducir de la problemática del alcohol: un buen conductor no sólo debe conocer las señales de tráfico, sino también en qué condiciones físicas y psíquicas se debe conducir un vehículo.-
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