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Ocho terrazas veraniegas, cinco de ellas de la Castellana, fueron cerradas ayer por el Ayuntamiento

Ocho terrazas de verano recibieron ayer la definitiva orden de cierre por parte del Ayuntamiento, al haber sido desestimadas las alegaciones presentadas. Las terrazas afectadas son las del paseo de la Castellana, 10 (Rebeca), 21, 24 (Shanga), 42 (la Sirena) y 122 (El Huevo del Buitre), y las situadas en la plaza de la República Argentina, calle del Genil y paseo del Prado, delante del hotel Ritz (El Chiringuito). Esta última ha sido clausurada sólo con el informe y el acta notarial que se levantó por orden del hotel, por lo que el presidente de la junta está dispuesto a autorizarla en otro emplazamiento.

La Policía Municipal realizará hoy una inspección en las terrazas afectadas por la notificación de cierre con objeto de comprobar si la orden municipal ha sido cumplida. En el plazo de 10 días los propietarios de los quioscos deberán desmontarlos, pues en caso contrario lo harán los servicios municipales en acción sustitutoria."Hemos estudiado las alegaciones presentadas, y excepto en el caso de la situada en Serrano, 41 y 43 (La Terraza de Serrano), no hemos visto base para revocar la orden de cierre. Los propietarios reconocen las infracciones y aseguran que no se van a repetir", dijo Zapata. El ruido, el exceso de ocupación y la utilización de elementos y mobiliario no permitido son las infracciones más comunes.

En el caso de la situada en Serrano, 41 y 43, el propietario alegó que ocupa un espacio de la finca considerado suelo privado de uso público, por lo que se ha pedido un informe complementario.

Paralelamente, el presidente de Centro, Ginés Meléndez, aseguró ayer que iba a firmar la orden de clausura de la terraza Recoletos, situada al final del paseo de Recoletos, aunque no se aplicará hasta el 4 de agosto.

La decisión de cerrar ocho terrazas ha puesto de manifiesto la diferencia de criterios entre los concejales Saturnino Zapata y Cástor Iglesias, este último presidente de las juntas de distrito de Retiro y Salamanca. El problema principal ha surgido con la terraza llamada El Chiringuito, situada en el paseo del Prado delante de la verja del hotel Ritz.

Cierre sin inspección

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Así, mientras en los expedientes municipales sobre otras terrazas figuran numerosas denuncias de la Policía Municipal y de vecinos e informes negativos de los servicios de inspección, en la del Ritz sólo figura un informe del propio hotel y un acta notarial levantada por orden de éste.

Los propietarios de El Chiringuito, primitivamente situado en la esquina de Ibiza y Menéndez Pelayo, afirman que la junta les pidió el cambio de emplazamiento y les autorizó su petición de hacerlo en la acera del Ritz. "Si el Ayuntamiento se ha confundido, es su problema. Ordenar el cierre de nuestra terraza sólo porque molesta al hotel Ritz no es justo", afirmó el socio Rafael Soto.

"Consideramos que el hecho de poner frente al hotel una terraza no fue acertado", afirma John M. Macedo, director general del Ritz. "Pedimos que se cambiara de lugar, sin pretender con ello causar un perjuicio a nadie. El quiosco está tan cerca que la música que ponen molesta muchísimo a nuestros clientes", dijo.

"La música de este quiosco no molesta a los clientes en sus habitaciones, sino a los que cenan en la terraza del hotel", dijo ayer Cástor Iglesias. "El problema se soluciona con el traslado del quiosco y no hace falta hundir profesional y económicamente a unas personas cuando no hay denuncias de vecinos", dijo el concejal.

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