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El alcalde de Brea del Tajo critica la tardanza de los servicios de rescate

Los servicios de rescate compuestos por helicópteros del Ejército y bomberos llegaron a las cuatro horas de que se comunicara la emergencia a Protección Civil, según aseguró ayer Javier Alcázar, alcalde de la localidad de Brea del Tajo, una de las más afectadas por la fuerte tromba de agua y granizo caída el sábado en el sur de Madrid.

El agua, que según Alcázar, alcanzó en algún punto los seis metros de altura dejó impracticables los caminos y destruyó uno de los puentes de la carretera que va desde Brea a Driebes (Guadalajara). "En una urgencia como la del sábado es horroroso que se produzca un problema de burocracia", dijo el alcalde.

Alcázar afirma que, pasado el mediodía y ante la lluvia torrencial que caía, llamó a la Guardia Civil de Estremera para alertarles del peligro que había para los ocupantes de dos urbanizaciones cercanas: Vega de valdomeña y Cagigal de la Alameda.

Vecinos en los tejados

"Como los guardias civiles no podían hacer nada, avisé hacia la una de la tarde a Protección Civil. Los servicios llegaron a las cinco. Los helicópteros tuvieron que rescatar a siete personas de los tejados de estos chalés y los bomberos rescataron a otras nueve. Los vecinos afirman que una tormenta parecida no se producía desde el 2 de agosto de 1947.Segn el alcalde, el hecho de que estas urbanizaciones sean consideradas ilegales y no figuren en el mapa no puede impedir que se atienda a sus ocupantes con urgencia en caso de peligro. "No creemos que haya habido víctimas, aunque no podemos estar seguros pues muchas de las casas de estas urbanizaciones son ocupadas los fines de semana y no sabemos si el sábado estaban o no sus propietarios", dice el alcalde que ayer intentaba ponerse en contacto con los alcaldes de los pueblos cercanos para hacer una petición global de ayuda a la Comunidad.

Ayer, una vez reparada la avería que afectó a la central telefónica de Estremera, los habitantes de Brea (547) inspeccionaban los daños causados por la riada. La orden municipal de interrumpir la captación de agua procedente del Tajo -ante la suciedad que arrastraba- ha dejado a la población sólo con el agua almacenada en sus depósitos.

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Felipe Rivas, alcalde de Orusco del Tajuña, pueblo que al igual que Brea se halla al sureste de Madrid cerca del límite con Guadalajara, manifestó que el agua arrasó unas 20 hectáreas de la vega del Tajuña. Asimismo, el agua derribó los muros de dos viviendas y produjo un desprendimiento de tierras que cortó la carretera de Orusco a Valdilecha.

El agua caída provocó una subida de los ríos Tajuña y Tajo. Los merenderos que se encuentran en Aranjuez en las orillas del Tajo tuvieron que ser desalojados. Los bomberos de la Comunidad tuvieron que trabajar toda a noche y la mañana de ayer en achicar el agua en sótanos, pisos bajos y garajes de Móstoles, Alcorcón y Leganés.

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