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Una mina estalla en el Golfo contra el petrolero 'Bridgeton', escoltado por barcos de EE UU

Anthony Quainton, embajador de Estados Unidos en Kuwait, declaró en la tarde de ayer que "Irán o sus representantes" son "los principales sospechosos" de la colocación de la mina que horas antes había alcanzado al Bridgeton, el primer petrolero kuwaití con bandera y escolta norteamericanas, en el golfo Pérsico, cerca de la isla iraní de Farsi. La tensión provocada en el golfo Pérsico por el incidente subió aún muchos grados más tras el anuncio iraní de "una nueva política de represalias" contra los países de la región que apoyan a Irak en la guerra que ambos países mantienen desde 1980.

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El Bridgeton, petrolero de 401.382 toneladas, no tuvo un feliz final del viaje por aguas del golfo Pérsico que había comenzado en la mañana del pasado miércoles. Hacia las seis de la madrugada de ayer (las cinco, hora peninsular española), su casco chocó contra una mina submarina, cuya explosión abrió una pequeña vía de agua y no causó daños entre sus 26 ocupantes.El Bridgeton, que esta semana había adoptado capitán, matrícula y bandera norteamericanos, formaba parte de una flotilla de cinco buques. Los otros son el buque transportador de gas rebautizado Gas Prince, también de propiedad kuwaití y ahora con matrícula estadounidense, y tres buques de guerra de la Mideast Task Force, capitaneados por el destructor Kidd.

El incidente, que ha cerrado dramáticamente la primera experiencia norteamericana de protección de la flota petrolera kuwaití, se produjo a unos 190 kilómetros al suroeste del emirato, y a unos 28 de la isla iraní de Farsi, desde donde los revolucionarios islámicos han hostigado con frecuencia la navegación relacionada con el pequeño y rico país que dirigen los jeques Al Sabah.

La noticia de que el Bridgeton había tocado una mina provocó desconcierto y miedo en Kuwait, donde se suponía que el convoy había superado lo peor al atravesar sin problemas el estrecho de Ormuz, base principal de las fuerzas navales iraníes. Los mercados de crudos japoneses y europeos reaccionaron también de inmediato con una subida de los precios.

El estupor kuwaití era particularmente comprensible, dado que el príncipe heredero y primer ministro del emirato, Jeque Saad Al Abdula Al Salem Al Sabah, había declarado a comienzos de la semana ante un numeroso grupo de periodistas de la Prensa internacional que las fuerzas navales de su país, "con la ayuda de Dios, de nuestros hermanos saudíes y de expertos norteamericanos", habían limpiado de minas los accesos a Al Ahmadi, el principal puerto petrolero kuwaití.

La marina kuwaití, con las ayudas citadas por el príncipe heredero, desactivó o detonó unas 12 minas a la entrada de Al Ahmadi, el pasado domingo por la noche. Se trataba de viejos modelos soviéticos, de unos 110 kilos de peso, presuntamente vendidos a Irán por Corea del Norte. Artefactos de ese tipo dañaron a cuatro petroleros relacionados con Kuwait entre el 16 de mayo y el 19 de junio.

Los daños causados al Bridgeton en la mañana de ayer fueron de escasa consideración, según informó el teniente de navío norteamericano Richard Vogel, a bordo del superpetrolero. El Bridgeton y el Gas Prince pudieron llegar sin más problemas en la tarde de ayer a las afueras de Al Ahmadi, a unos 32 kilómetros al sur de Kuwait.

"Irán es responsable por lo ocurrido al Bridgeton", declaró Saad Al Abdula Al Salem Al Sabah. El embajador norteamericano en Kuwait no se pronunció tan claramente, pero señaló que "Irán o sus representantes" eran los principales sospechosos de la colocación del artefacto.

Irán, por su parte, no ocultó su alegría por el final violento de una experiencia que había calificado como "provocación del gran Satán". El primer ministro iraní, Mir Hossein Musavi, citado por la agencia oficial Irna, manifestó que el incidente de la mina que alcanzó al Bridgeton causa "un daño irreparable al prestigio militar y político de Estados Unidos".

Advertencia de Teherán

De Teherán llegó una seria amenaza del presidente del Parlamento, Ali Akbar Rafsanyani. En unas declaraciones citadas por Irán, Rafsanjani anunció "una nueva política iraní" de represalias. Esa "nueva política", adelantó el segundo hombre fuerte de Teherán después del imam Jomeini, va a consistir en atacar los "centros económicos" de los Estados árabes del golfo para que apoyan a Irak en el conflicto, es decir, la mayoría de ellos. Rafsanjan¡, no obstante, adelantó que los ataques iraníes no comenzarán mientras Irak no efectúe acciones de envergadura contra objetivos civiles y económicos de la República Islámica.

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