La soledad de Huberto Alonso
El alcalde de Riaño, Huberto Alonso, tenía 16 años cuando su padre recibió las primeras indemnizaciones por bienes rústicos, en 1972. Huberto, el tercero de 10 hermanos, resultó elegido alcalde en las elecciones municipales del pasado 10 de junio en las listas del Centro Democrático y Social (CDS), que incluyó a miembros de la asociación Cacor (Comisión de Afectados por la Comarca de Riaño), formada de manera paralela al impulso definitivo al proyecto del embalse por parte de la Administración socialista.Su padre, Huberto Alonso Fernández, casado con María del Carmen López Medimilla, recibió, según fuentes del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), un total de 8.660.211 pesetas, pagados entre 1972 y 1976 y por mutuo acuerdo. Por bienes rústicos fue indemnizado, según estas fuentes, en tres fechas con 1.050.942 pesetas; por bienes urbanos, con 5.481.822 pesetas; por industria recibió la cifra de 1.100.000 pesetas, y por traslado de población, 1.027.44,7 pesetas. Estos dos Últimos conceptos fueron abortados a la familia después de la muerte del padre, ocurrida en 1975. Hasta su muerte, Huberto Alonso Fernández vivió en Riaño y fue entonces cuando su mujer, maestra, se trasladó a Madrid.
No pide dinero
El alcalde nunca ha negado que su padre fuera indemnizado y nunca ha pedido dinero para él. Lo único que quería era que le dejaran volver a comprar su casa familiar para seguir en Riaño, donde ha vivido siempre, excepto en los años en los que cursó en Madrid la carrera de Económicas y realizó el servicio militar. Huberto Alonso, soltero, tenía, hasta su demolición, un negocio de ropa en la localidad y trabajaba también en el pub La Hila, propiedad de un hermano suyo y otros tres socios. De momento, mientras duerme en una tienda ele campaña que compró apresuradamente el lunes, no ha pensado en su futuro. "Para mí ha terminado el modo de vida que me gustaba".
Un caso parecido es el de Jesús Alonso Conde, soltero, de 34 años, el quinto de siete hermanos y también concejal del CDS. Jesús amplió, junto con su hermano Fernando y su cuñado, el negocio de almacén y transporte de bebidas que su padre poseía mediante un crédito bancario avalado tras las indemnizaciones familiares. También tenía alquilado el local del box Central, por el que pagaba 30.000 pesetas mensuales.
Su padre, Esteban Alonso, que abandonó Riaño el pasado domingo, recibió, según el MOPU, 7.126.769 pesetas, y su madre, Leocadia Conde, 440.344 pesetas. Jesús le da vueltas a la cabeza sobre su futuro. "Igual es peor, pero de lo que no tengo ganas es de volver a pedir créditos. Me gustaría, quizá, irme al extranjero".
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