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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El declive comunista

LAS ELECCIONES en Portugal muestran que también en dicho país se refleja el fenómeno, casi general en Europa, de pérdida de votos de los partidos comunistas. El Partido Comunista Portugués (PCP), aferrado a las ideas y mitos del comunismo más tradicional, contrario a las innovaciones del eurocomunismo, ha tenido un peso considerable en todo el proceso democrático portugués, con cerca del 20% de los votos. Su descenso ha sido gradual en los últimos años, y ahora se sitúa en un 12%. Pocas semanas antes del caso portugués sufrió un retroceso serio el Partido Comunista Italiano (PCI), cuya trayectoria se ha caracterizado por el espíritu de renovación, lo que le llevó hace años a enfrentarse, sobre temas políticos e ideológicos esenciales, con la Unión Soviética.Estos hechos suscitan el interrogante de si los partidos comunistas están condenados a seguir un declive inevitable, si tienen, como tales, una razón de ser en la Europa de hoy. Dos respuestas se perfilan -ante esta cuestión: una continuista y otra que tiende a asociar el futuro de los comunistas a los proyectos de una izquierda nueva, capaz de asumir los temas que hasta ahora se han expresado en los movimientos verdes.

La respuesta continuista parte de la esperanza de que la renovación promovida por Mijail Gorbachov provoque un resurgir de entusiasmo comunista en torno al ejemplo de una Unión Soviética prestigiada. No está clara todavía la actitud de la nueva dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética ante este problema, que tiene para ella una vertiente interior, ya que la existencia de un movimiento comunista mundial ha sido pieza esencial de la legitimación del poder en la URSS. De las declaraciones de Gorbachov sobre una "conferencia mundial" de partidos comunistas,

que se podría preparar este otoño durante las celebraciones del 702 aniversario de la Revolución de Octubre de 1917, ¿abe pensar que existe esta idea. Sin embargo, un proyecto de ese género choca no sólo con la voluntad de total independencia de partidos que dirigen Estados, como el chino o el yugoslavo, sino también de un partido como el italiano, que se ha definido parte de la izquierda europea" y no se considera ligado a un movimiento comunista que juzga hoy sin razón de ser. En el reciente desarrollo de los partidos comunistas europeos no hay indicación alguna que haga pensar en una relación entre el indiscutible prestigio de que goza hoy Gorbachov en la vida internacional y la perspectiva de una recuperación comunista.

El debate en el PCI después del fracaso electoral se ha orientado en un sentido en el que la corriente prosoviética del senador Cossutta es casi inexistente. En el comité central se acaba de producir una división pública, al ser elegido Achille Occhetto vicesecretario general. Éste fue apoyado por el centro y la izquierda y obtuvo 194 votos. Pero hubo 44 votos en contra, los de la derecha, con Napolitano, Lama y otros dirigentes conocidos. Y 22 abstenciones. Simplificando, cabría decir que la derecha tiende a social democratizar el PCI.

En la elección de Occhetto, un aspecto parece obvio: el rechazo de una política obsesionada por incorporarse al poder, al gobierno, incluso abandonando la preocupación por los problemas de las capas sociales más pobres y marginadas. Pero no aparece por el momento claramente qué política va a seguir el PCI. En teoría, la idea de ensamblar a diversas corrientes y tradiciones en una nueva izquierda pluralista, con diversas formas de organización y con una coincidencia básica en algunos objetivos esenciales, es sin duda atractiva. Pero su traducción política concreta está alejadísima de la actual realidad europea, en la que no se extingue la etapa de. predominio del neoliberalismo y de los partidos de derecha y centro-derecha. Las innovaciones ideológicas, por interesantes que sean, no decidirán el futuro del PCI. Necesita demostrar que cumple un papel en la política acorde con las necesidades de las masas que siguen confiando en él. Un reto lleno de dificultades.

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