_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

ETA y pena de muerte

Hay un viejo fantasma que ronda por este país y que, de vez en cuando, coincidiendo con los períodos de dolor, indignación e impotencia colectiva que siguen a la comisión de alguna salvajada del tipo de la masacre del Hipercor, gusta de dejarse ver aquí y allá, especialmente en la calle y en la Prensa: la restauración de la pena de muerte. Se trata de una reacción primaria, visceral e impropia de seres humanos imbuidos, se supone, de inteligencia y sensibilidad. Es la vieja filosofía del ojo por ojo, del que la hace la paga y de la mano dura, tan apreciada por la derecha clásica siempre y cuando, por supuesto, sea dura por abajo y blanda por arriba. Ante la barbarie hay quienes se dejan cegar por la indignación y olvidan todo lo que con tanto trabajo hemos aprendido a lo largo de los siglos. Olvidan que la violencia engendra violencia y que la letra no es con sangre como mejor entra. Y se echan a la calle pidiendo a gritos el derecho a la venganza, el derecho a asesinar a los asesinos, el derecho a participar en el baño de sangre. Es inútil volver a entrar en la dialéctica de los pros y los contras de la pena de muerte, pues todo lo que se puede decir al respecto se ha dicho hace ya mucho tiempo. Se trata, simplemente, de mantener la serenidad y no permitir que algunos hechos desgraciados nos hagan volver atrás y nos arrastren de nuevo hasta la época de las cavernas.- Santiago Mas Plaza.

Más información
ETA y pena de muerte

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_